Daniel “El Negro” Aguirre es titiritero y organiza por estos días la 15° edición del Festival de Títeres de San Martín de los Andes. En el medio de la vorágine organizativa de un año bisagra con la extensión de la sedes a Zapala, se hizo unos minutos para visitar El Living de Tampoco es para tanto y hacer una pausa para charlar de la vida, del arte, de los títeres.
“Nací en Allen, en el valle de Río Negro. Viví allí hasta la adolescencia. Aquí en la región, llegué a instalarme al paraje Aucapan y durante 4 años, estuvimos en una escuela rural con mi compañera y mis hijos. Cuando el mas grande de los niños cumplió 6 años nos vinimos a San Martín de los Andes. Mi compañera me conoció viajando. Siempre estuve de viaje. Como mis padres son entrerrianos, todos los años íbamos dos veces al año a Concordia, combinabamos dos trenes. Del valle a Buenos Aires y de ahí a Entre Ríos”, comentó “El Negro”.
“Yo hice teatro y sentía que algo faltaba. En General Roca habíamos armado un laboratorio de teatro. El concepto era que si un albañil laburaba 8 horas, los artistas también debíamos estar vinculados a nuestro trabajo ese tiempo. En ese laboratorio investigabamos nuevas corrientes. Uno de los compañeros era titiritero y un día, con una tela, dos tenedores y unos pedacitos de pan, logró darles vida y a mi me mostró un mundo. Empecé a incursionar y encontré en los títeres el viaje. Es que cuando uno piensa en el espectáculo que va a crear, también piensa en el viaje. Los títeres manejan el concepto de vida en viaje; todo cabe en una o dos maletas. tiene que caber en lo que el titiritero pueda trasladar”, expresó el artista.
Consultado por esta nueva edición, Aguirre expresó que “hay una responsabilidad en estos 15 años del festival. Hay pibes de la escuela secundaria que vieron títeres desde siempre en San Martín, que crecieron al calor de este encuentro. El festival nace como un agradecimiento, a la comunidad que me contuvo, a mis compañeros titiriteros, buscar el ida y vuelta entre compañeros donde hoy viajan ellos y mañana viajo yo. El primer año lo hicimos con 3 grupos y 6 funciones. En 2023 somos 9 grupos, 80 funciones ya no solo acá sino que también en Zapala y otras localidades, llegamos a 15 mil pibes, solo 8 mil estudiantes de primaria y secundaria vieron el festival esta semana en San Martín de los Andes”.
“A mi me gustaba cuando a mis hijos le decían: tu papa de qué trabaja y ellos contestaban mi papa trabaja con los titeres. A veces siento que es un arte que no se le asigna el valor que tiene, pero como todo arte, sirve para cambiar al mundo, uno trata de ser buena persona, de pensar en el otro, un pibe que vio títeres durante su infancia lleva esa marca de sensibilidad durante toda la vida”, concluyó el negro Aguirre.
La edición 15 del Festival continúa hasta el domingo.
