Andrea Vázquez es médica y tiene tres hijos. No es una mamá más, es una madre protectora, que por resguardar la integridad de sus niños terminó procesada por impedimento de contacto con el progenitor. Andrea se separó en 2009 y denunció por violencia de género a Pablo Ghisoni, médico y dueño de una clínica en la zona sur del conurbano.
En 2012, el por entonces Tribunal de Familia N° 3 de Lomas de Zamora ordenó arrancar a los chicos de la casa de su mamá con un operativo policial y la responsabilizó de obstruir el contacto en base al falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), un concepto inexistente que fue desestimado por la Organización Mundial de la Salud. Le otorgó los cuidados parentales de forma unilateral a Ghisoni y en esa convivencia -aislados de su mamá- los niños fueron maltratados y abusados sexualmente.
Uno de los hijos consiguió escapar en 2014 y buscó refugio con Andrea. A partir de allí, el horror puesto en palabras y síntomas: había índicios claros de violencia sexual, según indicaron los informes médicos y psicológicos.
Ghisoni fue detenido en 2019, pasó su prisión preventiva en establecimientos de salud.y en febrero de este año fue excarcelado. Este jueves comienza el juicio por abuso sexual agravado por el vínculo y prolongado en el tiempo contra sus dos hijos menores. El proceso tendrá lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de Lomas de Zamora.
Desde el Área de Géneros, conversamos con Andrea Vázquez -actualmente co-directora de Acceso a la Justicia de la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades de La Matanza- sobre estos 14 años de búsqueda de justicia y reparación.
Entrevista: Romina Ruffato
Edición: Matilde Murúa
