El Clasicismo vienés Radio Nacional Clásica

Capitulo 2: Joseph Haydn

No hay lugar a dudas al afirmar que Joseph Haydn fue una de las figuras más relevantes del Clasicismo (y de la historia de la música), considerado como el “padre de la sinfonía y del cuarteto para cuerdas”, gracias a las importantes contribuciones que hizo en el desarrollo de ambos géneros. Sus primeras obras de cámara a cuatro partes eran obras de carácter más bien ligero, que recibían indistintamente la denominación de Divertimento, Casación, Nocturno, Cuarteto o Sonata. Sin embargo, promediando la década de 1760, tanto Haydn como sus contemporáneos comenzaron a emplear el término “cuarteto” para referirse a aquellas obras que planteaban mayores desafíos a los intérpretes. De hecho, con el tiempo, y gracias a Haydn, el cuarteto para cuerdas se transformó gradualmente en sinónimo de música de concepción abstracta e intelectualmente exigente. Cabe destacar que con Haydn se afianzó la estructura en cuatro movimientos de los cuartetos, el primero, un allegro en forma de sonata; el segundo un andante; el tercero, un movimiento lento o un minueto; y el cuarto, un finale a veces en forma de rondó. En 1781, Haydn publicó los Cuartetos para cuerdas op.33, los cuales presentaban, además, un fraseo más fluido, la plena integración de los cuatro instrumentos y una relevancia similar en la participación de cada uno de ellos. A continuación, la grabación del Cuarteto Tátrai del Cuarteto para cuerdas Nº32 en Do mayor, op.33, Nº3. 

 

En 1766, Joseph Haydn comenzó a desempeñarse como maestro de capilla de la familia Esterházy, una de las más ricas e influyentes del Imperio austriaco. Cabe recordar que los Esterházy poseían tres palacios, dos en Viena y uno en Hungría, en los que residían según la estación del año. Las estadías en el palacio de Hungría comenzaron a disgustarle cada vez mas a Haydn, ya que lo mantenían alejado de la vida musical vienesa y de las amistadas que allí tenía. Hacia 1770, las bases de la sinfonía clásica estaban ya establecidas, especialmente en lo que refería a la confrontación temática y tonal, así como en el número de movimientos. Sobre esa bases, Haydn y Mozart supieron crear partituras mas elaboradas explorando las posibilidades tímbricas y expresivas de la orquesta, adoptando, a su vez, nuevos instrumentos. En el siguiente link, les compartimos la Sinfonía Nº53 en Re mayor, Hob.I:53, "Imperial", en registro de la Academy of St. Martin in the Fields, con la dirección de Neville Marriner.

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