12 DE JULIO ESPECIALES

Jimena Hernández no descansa en paz

Al cumplirse un nuevo aniversario del crimen, la realización de Contenidos recuerda pormenores del caso hasta ahora impune, cuya causa se cierra luego de que el último juez interviniente admite la existencia de un pacto de silencio que no permite aportar pruebas suficientes.

El 12 de julio de 1988 la alumna Jimena Hernández, considerada una buena nadadora, tiene previsto participar de un torneo en su colegio, el Santa Unión de los Sagrados Corazones ubicado frente a Plaza Irlanda, barrio porteño de Caballito, pero no se presenta a esa actividad.

Su cuerpo es hallado luego en el fondo de la pileta cubierta de la institución, sus padres, José Hernández y Norma Monfardini, cuentan irregularidades de una investigación judicial que en cierto tramo intenta instalar dudas sobre la conducta sexual de la víctima, mientras otros elementos conducen a que la niña de 11 años había sido testigo involuntaria de cómo se descargaba una partida de estupefacientes.