TERRORISMO DE ESTADO MENDOZA

El péndulo de Civit

Al igual que lo ocurrido durante las últimas semanas en los alegatos del megajuicio por crímenes de lesa humanidad, las audiencias del 3 y 4 de abril estuvieron ocupadas con el turno de Ariel Civit, abogado particular del ex juez federal Otilio Romano. Una vez más el defensor concentró sus esfuerzos en retrasar la conclusión final de los fundamentos relativos a la imputación por la necesaria colaboración que los ex magistrados dieron para la comisión de delitos durante la última dictadura. En la audiencia del lunes, que se extendió por más de cuatro horas, Civit reiteró descargos que realiza desde hace una decena de jornadas y renovó las descalificaciones a fiscales y querellantes por la “construcción fantasiosa” de la acusación en base a alegorías de “El péndulo de Foucault”, novela en la que el semiólogo Umberto Eco desmonta y satiriza el esoterismo utilizado en otras ficciones y en presuntas investigaciones históricas.

Abogado defensor Civit sobre la supuesta imposibilidad de “acceso al conocimiento del paradero de las personas desaparecidas” para excusar a los jueces. Audiencia del 3 de abril de 2017.

Abogado defensor Civit sobre el fallo Olleros como antecedente para el dictamen de incompetencia de la justicia civil a favor de la justicia militar en hechos del terrorismo de Estado.

Sin embargo, quien incurrió en una “postura ficcional” de los hechos es el propio abogado, con su estrategia dilatoria, con inconsistentes -por lo fluctuante- relaciones jurisprudenciales y ecléctica en cuanto a las argumentaciones, todo a fin de desligar el accionar de los ex jueces de cualquier clase de ilicitud relacionada con hechos de privaciones de la libertad, torturas y desapariciones. Así, insistió con “lo insalvable que es para la acusación” la supuesta incompetencia que tenían los ex magistrados para investigar denuncias por operativos represivos de las fuerzas armadas y de seguridad, más la limitación que tenía la justicia federal por disponer sólo de las versiones policiales -obviando lo que omitían de las propias declaraciones de las víctimas-; y con que “los criterios funcionales son inaplicables” en el caso de la autoría partícipe que se les atribuye.

Abogado defensor Civit, descalificaciones a la acusación y la alegoría de “El péndulo de Focault”. Audiencia del 3 de abril de 2017.

 Abogado defensor Civit, justificación de las detenciones ilegales y las “construcciones fantasiosas” de fiscales y querellantes.

Las pendulares citas, interpretaciones y fundamentaciones de Civit lo llevaron a afirmar que aquellos jóvenes jueces, fiscales y defensores oficiales -Romano más Luis Miret, Guillermo Petra Recabarren, Rolando Carrizo y el fallecido Gabriel Guzzo- “inclusive redujeron los daños” de las víctimas y sus familias; que la acusación estriba en “un ocultamiento de la realidad”; y que lo desarrollado durante los tres años de debate es una muestra de “esoterismo 10 – razonabilidad 0”. El colmo del lento pero perceptible movimiento argumentativo del abogado -oscilante entre la corrección política y la teoría de los dos demonios, entre la verborragia doctrinaria y la subestimación de los hechos reales- llegó con la audiencia del martes: como ya ha sucedido en otras ocasiones con otros testigos, extemporáneamente señaló a Florencia Santamaría por falso testimonio. Además de soportar cautiverios y torturas durante largos años, la víctima tiene desaparecida desde 1976 a Blanca Graciela Santamaría, su hermana.

Ahora se espera que Civit avance en las imputaciones específicas y que cumpla con su promesa de completar su turno durante las dos jornadas de la semana que viene.

Abogado defensor Civit sobre comisión de delitos por omisión, responsabilidad por organización y autoría mediata y su inversión de criterios para pasar víctimas por victimarios. Audiencia del 4 de abril de 2017.

Informe de Sebastián Moro. Fotografías: gentileza de juiciosmendoza.wordpress.com.