por carlos ares rusia 2018

Cuaderno de Bitácora - Día 20

Rusia, 2018.

Día 20.
Antes de Francia.

El falso Sampaoli se reunió con Higuaín en el cuartito de servicio, entre escobas, trapos, baldes y cepillos. ¿Por qué acá? ¿Me vas a limpiar? , preguntó Higuaín. No, no, mintió el falso Sampaoli. Hacemos esta reunión acá, a oscuras, para que no haya testigos ni cámaras ni celulares. Si alguien se entera vamos a decir que nunca existió. No seas falso, dijo, molesto, Higuaín.

Es parte de una falsa táctica que invente, dijo el falso Sampaoli. A ver, dale, habla, dijo Higuaín. El falso Sampaoli levantó un balde y trató de colocarlo en la cabeza de Higuaín. Para, ¿ qué haces?, se quejó Higuaín. Es para que entiendas lo que te pido, dijo el falso Sampaoli y continuó con su demostración. Vos jugas con un balde que te tapa los ojos y te encierra las ideas. Si te lo sacas vas a poder ver que estás en una cancha de fútbol. Que hay un área y un arco. No el nuestro, el de los otros.

Higuaín agacho la cabeza, estaba dolido. No te puedo ver así, le dijo el falso Sampaoli, por eso te voy a sacar. ¡Ah, viste , reaccionó el falso Higuaín, yo sabia, me queres barrer
Necesito poner a Leo de falso nueve, dijo el falso Sampaoli. Higuaín dijo que le parecía bien si el entraba en lugar del falso extremo izquierdo que hace Di María. El falso Sampaoli se negó. No, no, Di María es más falso que vos para ese puesto y necesito que entre Pavón, que no me hace de falso cuatro como Salvio, es más ofensivo. Higuaín se enojo y salió. Caliente como estaba se fue hasta la habitación de Mascherano. Golpeó, pero nadie lo atendió. Se encontró a Rojo que, como ya conté en días anteriores del cuaderno, es el falso Negro que trabaja para mí y me cuenta todo. Higuaín le pregunto si lo había visto a Mascherano.

No, dijo Rojo, pero vi pasar al falso de Sampaoli y me pareció que estaba buscando a un sujeto sujetado que le diera la posibilidad de transitar por algún sector de la concentración en el que fuera bien recibido al toque y no con un pelotazo en el bajo vientre. ¿Vos jugas? , le pregunto Higuaín. No se, dijo Rojo, depende del sistema. Puedo ser un falso tres en una falsa línea de tres que en realidad es de cinco cuando nos atacan y ahí yo me meto adentro como un falso central. Pero creo que juego, si. Higuaín estaba un poco decepcionado. Son todos unos falsos, dijo, casi indignado. Rojo se puso blanco. ¿Lo decís por mi?, le preguntó. Higuaín decidió ser un falso más. No, por vos, por Masche, no me puede hacer esto. Rojo trató de que comprenda la situación. Masche no puede andar diciendo soy el entrenador, soy Sampaoli, eso sería falso. Higuaín pareció darse cuenta al fin de lo que era evidente. Pero...balbuceó, entonces, el que me borró, el de la reunión en el cuartito, no era Sampaoli, ¡ era Masche ! . ¿ Cómo no te diste cuenta?, se sorprendió Rojo. ¿ No le vista la cara? ¿Que tenes?, ¿un balde en la cabeza?. ¡ Estaba todo oscuro!, se lamentó Higuaín. Hace una semana que dirige el, confirmó Rojo. ¡ No lo puedo creer, no se puede ser tan falso!, dijo Higuaín, levantando la voz, al aire, al cielo, a nadie.
Escrito cinco horas antes del partido frente a Francia. El que pierde se va. Llegó
la hora de la verdad.