La escuela pública rural Ceferino Namuncurá funciona desde 1968 en la Pampa de Achala, plena zona de las Altas Cumbres, brindando educación en los niveles inicial, primario y secundario. Tiene un régimen distinto a las escuelas de ciudad, ya que las clases se dictan en época estival, hasta el comienzo del inviermo.
A mitad de marzo de 2020, la vida de este paraje se vio interrumpida, cuando en todo el mundo comenzó la profunda etapa de cuarentena, a raíz del avance del Covid-19 y, Argentina no fue la excepción. El establecimiento cuenta con calefacción y albergue, asisten 21 niños y niñas; una niña en el inicial, 13 a primaria y siete educandos del nivel medio. En varios casos hay quienes deben cubrir un trayecto de 20 kilómetros a caballo para llegar a la escuela. Todos dejaron de ir a las clases presenciales, tras lo cual, en sus casas, sólo podían obtener los apuntes de lectura y estudio, por medio de envíos quincenales, o por internet, cuando había señal en algún lugar elevado de la montaña.
Nidia Merlo está a cargo del nivel primario de la "Ceferino", y en diálogo con La Segunda Mañana, detalló su tarea en esta etapa de cuarentena: "yo creo que es un desafió personal, pero también es un desafío involucrar a las familias de los niños, en esto de estudiar y aprender desde la casa, yo viajo cada quince días a la escuela a dejar los apuntes y algunos víveres, para contactarnos con las otras maestras buscamos las zonas más altas para poder tener señal y así coordinar las acciones".
