SALUD PÚBLICA ENTRE RÍOS

Forman a profesionales para transmitir malas noticias

HC-Charla Oncología1

En línea con su cronograma de instrucción, el Hospital Centenario desarrolló una jornada dedicada a las enfermedades oncológicas, enfocando en “Como transmitir malas noticias”, temario que abordó la Dra. Diana Bequelman.
La Médica integra el equipo interdisciplinario de Psicopatología del Instituto Ángel Roffo, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, y fue convocada por el Servicio de Oncología para la charla.
Cuando el diagnostico es una dolencia cancerígena, una enfermedad crónica-degenerativa o un final inevitable de la vida, no hay atajos para los Médico: el “contenido de lo que se diga es tan relevante como lo que se está diciendo y, por eso, en la actualidad, ha tomado tanto valor la manera de comunicar en la medicina”, precisó Bequelman.
Para la especialista, “el punto de partida es la comunicación en sus diferentes facetas, sea un gesto o una mirada que contribuyen a diluir posiciones distantes, a correrse de un ‘yo profesional’ para establecer cierta empatía con ‘el otro’ y acompañarlo en su tránsito por la enfermedad o el dolor”.
Para la actividad médica, tiene igual peso un diagnóstico certero, un tratamiento efectivo y la información precisa tanto al paciente como a su familia. Entonces, ¿cómo decimos aquello que nadie quiere escuchar?
Con esa premisa numerosos profesionales asistieron interesados en ahondar un encuadre más humano y, en esa línea, la Dra. Diana Bequelman respondió que propicia la construcción de “confianza mutua” entre los eslabones que sostienen el proceso: el enfermo, sus seres queridos y el médico tratante porque es fundamental aceitar esa cadena a fin de “lograr mayor adhesión al tratamiento protocolizado, evaluar el nivel de satisfacción con el sistema de salud en su conjunto y contribuir a la disminución de los juicios de mala praxis”, indicó.
Se trata de comprender que “nadie desea estar enfermo, entonces, lo primero que debe quedar en claro es que hay que escuchar al paciente porque permite conocer a la persona y obtener su confianza”.
En paralelo a esa cercanía, el profesional, debe mantener una “distancia operativa útil”, es decir, que el enfermo reconozca la autoridad del Médico para diagnosticar, evaluar, aconsejar y ejecutar un procedimiento, pero al mismo tiempo, demostrar que no “somos indiferentes ante lo que está sintiendo nuestro paciente”, declara la Psico-Oncóloga.

La crudeza de la verdad
“Cuando se brindan pocas esperanzas de sobrevida, decir la verdad es difícil. Sin embargo, implica una actitud positiva: cuidar a los pacientes, especialmente aquellos que se hallen muy enfermos y vulnerables, es una de las tareas más preciadas. Decir la verdad es asumir un compromiso con el objetivo de acompañar y preparar al paciente para que tome las decisiones que requiera en su vida tanto emocional, psicológica y hasta financiera”, enumeró Bequelman.
Toda relación humana es multidimensional y evoluciona a cada instante en una interacción con elementos externos que pueden generar cierto “ruido o conflicto”. De allí, surge la importancia que el profesional deberá darle a la comunicación con su paciente y el grupo familiar estableciendo cuotas de información para que no impacte de manera tan negativa y pueda ser recibida de la mejor forma posible.
La disertante argumenta que “decir la verdad transparenta el vínculo con el paciente y su familia, evita el muro de silencio, permite formular un cuadro de cuidado, buscar segundas opiniones sobre su estado de salud, si se considera pertinente”.
También significa “darle la oportunidad de tener una muerte digna, con los cuidados paliativos necesarios para que no haya dolor o sufrimiento y acompañado por sus seres queridos. Es un gran favor para esa persona y, en contrapartida, ayuda a los familiares a elaborar el duelo y mitigar el dolor”, concluyó la Dra. Diana Bequelman.