HISTORIAS DE VIDA CUENTO CON VOZ

Cuando el boxeo puede ayudar a encontrar un sentido a la vida

En esta primera edición del nuevo ciclo 2018, María Areces vuelve a presentar su programa en el que se propone hacerte conocer historias de vida de aquellos que nos pueden ayudar a ser mejores personas.

Y para comenzar la presentación de Pedro "Ringo" Franco boxeador y sus discípulos Tomás Demora y Alejo Obando.

Además la visitan Karen Carabajal boxeadora y profesora de boxeo y la Licenciada Yesica Rovelli, quien brinda clases de meditación.

Karen "La Burbuja" Carabajal encontró a su padre viviendo en la calle y decidió estudiar psicología para entender a su familia.

Almagro Boxing Club es un gimnasio de boxeadores y boxeadoras.

Tiene todos los condimentos: una fachada discreta, cuadros de sus fundadores y glorias del lugar, olores, gritos y luces. La decepción y el aburrimiento no están entre las opciones.

Hoy es una de las personalidades más destacadas del gimnasio trabaja dando clases de boxeo a niños.

Aún así, la disciplina deportiva y la psicología no le alcanzan para trabajar su mente y tratar de entenderla: los domingos participa, muchas veces como co-instructora junto a la Licenciada Yesica Rovelli, en clases de meditación que da el club abiertas a toda la comunidad.

"En las peleas, con la meditación y la psicóloga trabajamos mucho la visualización, la mentalización. Tratamos de trabajar el momento, de ir viendo cómo resolver si nos pasa una cosa o la otra. Cuando recibís un golpe o una adversidad, entendés que podés seguir adelante porque sos más que un cuerpo físico. Me ayudó mucho.

Karen llegó al club hace 13 años. Era una adolescente con tantos infortunios como sueños en su mochila. Empezó, por pudor, acompañada de dos amigas que únicamente fueron efectivas en la recurrente impuntualidad.

Debajo del ring, sin embargo, está su gran historia y su mayor pelea. No había terminado la secundaria aún cuando su madre emigró por trabajo a Misiones llevándose a su hermano. Karen decidió mantenerse bien parada en el centro del ring y quedarse en Buenos Aires porque quería boxear, recibirse de psicóloga y cuidar a su padre alcohólico.

"Yo sabía que él estaba mal, que necesitaba ayuda y preferí quedarme porque entendí que me iba a necesitar más que mi mamá que en Posadas iba a estar mejor. Pero, lamentablemente, con el tiempo mi papá fue empeorando"."La psicología y el boxeo no creo que sean cosas que se eligen al azar, tiene que ver con la vida de cada uno. Yo creo que estudié psicología por mi familia, por cosas que no entendía qué pasaban y el hecho de investigar y querer saberlas. Es una carrera que te explica mucho lo que ocurre en la mente de la gente".