Educación CATAMARCA

¿Cómo ayudar a los chicos que deban rendir en Febrero?

La mitad de los alumnos de secundarias públicas se lleva una o varias materias a febrero o marzo. Son miles los jóvenes que están en la misma situación. Algunos se enfrentan a la posibilidad de repetir el año. Otros, al desafío de estudiar en tiempo récord el programa completo de las asignaturas que no se terminó de dictar durante el año.
Matemática y lengua son las dos materias que más se llevan "a marzo" (en realidad se rinde en febero). Pero no son las únicas. Música, educación física, historia, geografía, biología... Todas tienen sus candidatos.
El gran problema para muchos es cómo organizarse para rendir materias tan distintas, en tan poco tiempo. Muchos también tienen que aprender a estudiar.
Primero, hay que armar un plan de estudio. Es necesario hacer un cronograma diario. "La organización del tiempo va a depender de la cantidad de materias que tienen que preparar. Es muy importante y necesario hacer una planificación, tener una estructura de trabajo que, quizás, durante el año no lograron", comentó Eduardo Seidenfeld, titular de un instituto especializado en preparar alumnos.
Saber qué se va a tomar. Hay que tener muy en claro qué contenidos entrarán en el examen. "Los alumnos deben tener en claro su derecho a saber qué les van a tomar, qué tipo de examen van a tener que enfrentar -oral, escrito, qué temas van a ser valorados-, cuáles serán los contenidos. Y un buen momento para sacarse estas dudas son las clases de apoyo", señaló.
Preparar y ordenar todo el material necesario. Esto incluye una carpeta completa de la materia, copias de exámenes que se tomaron anteriormente, libros. Si a la propia carpeta le faltan temas, no dudar en pedírsela a un compañero. Otra opción es revisar las evaluaciones escritas y los trabajos prácticos que se tomaron durante el año para ver cómo pregunta el profesor.
No es aconsejable preparar una materia por vez. Los especialistas recomiendan armar un plan para ir estudiando todas al mismo tiempo. "Si terminan una materia y después siguen con otra, es muy probable que, llegado el momento del repaso, se hayan olvidado de algunos temas porque están saturados. Lo mejor es empezar desde temprano en la mañana para que les alcancen los tiempos", agregó Seidenfeld.
El estudio en soledad a veces no rinde. "A esto se agrega que muchos padres no pueden acompañarlos porque no conocen los temas. Es bueno que formen grupos de trabajo, que consulten con otros compañeros para darse cuenta qué saben más o menos", sugirieron los especialistas.
¿Cuánto tiempo lleva preparar una materia? Depende de muchas circunstancias. El mínimo: tres horas por día durante un mes. Y es necesario empezar lo antes posible. "Tienen que concentrarse. Es preferible estudiar tres horas sin distracciones -aseguraron los expertos- y no estar todo el día frente al libro sin prestar atención".
Los períodos de estudio deberían ser de 50 minutos alternando 10 minutos para descanso. "Casi nadie puede estudiar dos horas seguidas sin descansar. Pero hay que ser riguroso con los recreos: no tomarse más minutos que los planificados", aconsejó el especialista en didáctica Raúl Martínez. La recreación es necesaria para no saturarse ni perder el interés y abandonar. Lo ideal sería distribuir el tiempo para que les permita hacer otras actividades y aprovechar a fondo el tiempo de estudio.
También el ámbito de estudio es importante: "Es necesario estudiar y repasar en un lugar silencioso para poder concentrase mejor. Si no lo hay en casa, puede ser una biblioteca pública".
Algunos profesores aseguran que la mayoría no maneja técnicas de estudio. "Es bueno saber que el resumen no es el punto de inicio sino el paso final. Se llega a esta instancia cuando la materia está estudiada. En un resumen desaparece la información que se puede "reponer" porque se maneja. Lo mismo pasa con un cuadro con palabras generalizadoras, con mapas conceptuales: si se logra jerarquizar ideas es porque esos conceptos ya se saben. Puedo usar sólo ese concepto para repasar porque lo demás lo puedo decir", sugieren.
Otra clave es no castigar al alumno con permanentes reproches, sino ayudarlo y acompañarlo, planteándole un desafío y motivándolo a lograr lo que no pudo durante el año.

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