Así lo aseveró el subsecretario de Recursos Naturales de la Provincia de Formosa, doctor Hugo Bay, entrevistado por Radio Nacional, lo que apareja un gran riesgo debido a la pronunciada sequía que asola la región.

“La interacción humana con el ambiente debe estar muy ajustada y deben generarse estos cambios culturales, pues gran parte de nuestra población, por diversos motivos efectúan estas quemas. Existe esa costumbre tradicional de producirlas”, analizó.

El funcionario explicó que desde tiempos inmemoriales se producían incendios que regeneran la flora, pero que se producían en circunstancias diferentes a las actuales, por la acción de un rayo, por ejemplo, que prendía un foco ígneo que era luego sofocado por la lluvia. En la actualidad, la situación es diferente, y se origina un incendio en las peores condiciones de sequedad y presencia de viento. 

Bay planteó que existen sanciones para quienes realicen estas acciones, en muchos casos, dada la dificultad de probar responsabilidades en el ámbito rural, no son reprendidos.

“Lo que hay que entender es que esa acción de prender fuego pone en riesgo la salud humana, para quien padece asma u otra patología de base, le va generar molestias o una afección mayor. Y es esta situación, por el solo gusto de prender fuego podemos causar un gran daño, en algunas casos casi prenden fuego una casa, se han dado esas situaciones”, apuntó.