En diálogo con la Radio de Todos, Damián Verzeñassi médico investigador de la Facultad de Medicina en la Universidad Nacional de Rosario, confirmó que tras el apoyo de un gran número de personas e instituciones internacionales pudieron reabrir la oficina donde tenían los estudios que confirmaban los daños que produjeron los agroquímicos en las poblaciones del centro del país.
Audio: Damián Verzeñassi médico investigador de la Facultad de Medicina en la UNR
Recordemos, que a fines del mes de octubre, fue encadenada la oficina donde trabaja el equipo de investigación de la Facultad de Medicina de la UNR, en el relevo de datos de campamentos sanitarios. Esto sucedió luego que Verzeñassi participara como testigo en el juicio contra Monsanto que se desarrolla en La Haya.
“Hemos logrado superar esta situación gracias al compromiso y el apoyo infinito que ha llegado desde todos los lugares del mundo, a partir de lo que nos ha pasado, de la imposibilidad de acceder a nuestro lugar de trabajo” dijo el médico investigador.
“Después de participar en La Haya como testigos en el juicio contra Monsanto, nos encontramos con cadenas en la puerta de la oficina de nuestra facultad, donde teníamos toda la documentación de los 27 campamentos sanitarios, impidiéndonos acceder a ese material que es vital para poder fortalecer y justificar lo que decimos en nuestras presentaciones” comentó.
“Cuando esto se supo generó una reacción de solidaridad inmediata que fue conmovedora. Y eso fue lo que permitió, fundamentalmente, que el martes de esta semana hayamos podido recuperar el acceso al lugar donde estaba nuestro material de trabajo y poner en resguardo todas las encuestas que hemos recolectado. Ahora hay un compromiso de las autoridades de la Facultad de garantizar la continuidad tanto de los campamentos, como de nuestro Instituto de Investigación en Salud Socio ambiental” dijo Verzeñassi.
Ademas, señaló que el Decano de su facultad “dijo que no había sido responsable, que pidió que saquen las cadenas ni bien se enteró. Fue una situación muy confusa en la que nadie se hizo cargo de nada”.
Por último, advirtió “entendemos que hay una serie de presiones, a partir de que nuestro trabajo nos da insumos para poder denunciar a nivel internacional a Monsanto en el Tribunal de la Haya, y nos da la posibilidad de seguir poniendo en evidencia los impactos que tiene el modelo agroindustrial de transgénicos dependientes de venenos sobre la salud de nuestro pueblos”.
