Francisco Córdova Echeverría fue testigo presencial de los incendios en la zona de Viña del Mar, en Chile, al punto de tener que abandonar, junto a sus padres, la vivienda familiar. Desde Melipilla, a 100 kilómetros al sur, donde lograron refugiarse, sostuvo una comunicación con la radio pública, contando la situación vivida.
En tal sentido, explicó que "es normal, entre comillas, que en las épocas de verano tengamos incendios, especialmente en zonas altamente concentradas con monocultivos forestales y hace algunos años, con la sequía, la falta de agua y el aumento de las temperaturas, hemos ido teniendo episodios de incendios bastante grandes en sectores boscosos cerca de las ciudades, que han alcanzado a viviendas". Sin embargo, indicó que "nunca habíamos vivido una situación de este tamaño".
"Pudimos ver desde el cerro en el que habitábamos, cómo el fuego avanzó rápidamente y cómo abrasaba poblaciones enteras, podíamos ver de cerro a cerro cómo iba alcanzando las viviendas", narró, agregando que "lo que más duele es ir conociendo la situación de compatriotas que están buscando a sus familiares, adultos mayores o hermanos y hermanas, que quedaron atrapadas en el fuego y murieron".
Córdova Echeverría indicó que, al momento de la comunicación, eran 112 las víctimas reconocidas "pero la lista sigue aumentando porque hay más cuerpos y no se dan las cifras hasta que no estén identificados".
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