El pasado domingo 25 de mayo, Venezuela vivió una jornada electoral caracterizada por una notable ausencia de votantes en las calles y centros de votación. Según datos de la firma Meganálisis, la participación fue apenas superior al 12%, reflejando un contundente rechazo a los comicios convocados por el régimen de Nicolás Maduro.

Desde Caracas, el periodista Omar Lugo dialogó con Ramos generales y describió el ambiente que se vivió ayer, al subrayar que "los centros de votación estaban desolados".

"En Venezuela la participación política opositora está muy menguada porque hay un clima de miedo, a la gente le da miedo hasta reenviar un Whatsapp con algún mensaje político porque teme ser perseguido por los organismos de Seguridad que te pueden acusar de propagar el odio y pueden llevarte a penas de cárcel de 20 años", expresó.

La líder opositora María Corina Machado instó a la población a no participar en lo que calificó como una "farsa electoral". En un mensaje difundido en redes sociales, afirmó que "más del 85% de los venezolanos desobedecimos a este régimen y dijimos no", interpretando la alta abstención como una forma de desobediencia civil y rechazo al gobierno.

A pesar de la baja participación, el Consejo Nacional Electoral, controlado por el oficialismo, declaró al chavismo ganador en 23 de las 24 regiones del país, incluyendo la disputada Guayana Esequiba. El oficialismo obtuvo más del 82% de los votos en las elecciones legislativas, consolidando su control sobre la Asamblea Nacional.

La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, expresó su preocupación por la legitimidad del proceso electoral y criticó la inclusión de la Guayana Esequiba como entidad federal, en contravención de órdenes de la Corte Internacional de Justicia.

Estas elecciones reflejan un país profundamente dividido y una ciudadanía que, en su mayoría, optó por la abstención como forma de protesta ante un sistema político que perciben como carente de legitimidad y transparencia.