EDITORIAL ENTRE RÍOS

Un día peronista

Como estaba previsto se llevó a cabo ayer en Plaza de Mayo el acto por el Día de la Militancia, con el presidente como único orador. Para el peronismo y buena parte de quienes se enrolan en el llamado campo popular, la jornada de ayer tuvo mucho de alivio. Por el fin de las extenuantes jornadas electorales, por la necesidad de subsanar heridas que el proceso dejó hacia adentro de la coalición gobernante, por un 17 de octubre que había quedado como atravesado, por la urgencia de relanzar el gobierno de Alberto Fernández hacia los dos años que quedan de mandato, por la necesidad de encumbrar de una vez al mandatario como jefe actual -y en lo posible indiscutido- del movimiento, porque apenas pasada la pandemia las ganas de juntarse eran enormes. Y porque era el Día del Militante.

El acto tuvo una alta concurrencia de militantes y dirigentes de casi todos los sectores del peronismo. Aunque estuvieron ausentes varios de los gobernadores, entre ellos, Gustavo Bordet.

El presidente se manifestó por la necesidad de institucionalizar los debates hacia el interior de la alianza gobernante. “Sabemos que somos una fuerza diversa, aunque tenemos comunes denominadores los matices y las diferencias existen”, dijo. También estableció un marco para el diálogo futuro, al que convocó apenas conocidos los resultados de las elecciones el pasado domingo. Aclaró que no le interesa hablar con el ex presidente Macri, de quien dijo que si quiere puede quedarse en sus negocios. Ni con Milei, la nueva estrella de la ultraderecha porteña: no con quieres reivindican el terrorismo de Estado, afirmó.

Aclaró un par de cosas más. Que el presidente elegido por el pueblo es él y que no habrá asamblea legislativa para elegir un presidente para la transición. Ya todos lo sabíamos. Menos algunos periodistas y dirigentes de la oposición. Ahora está claro.

“El triunfo no es vencer, sino nunca darse por vencidos”, dijo sobre el resultado de las elecciones del domingo. La frase fue interpretada por el columnista Carlos Pagni, de La Nación, como una prueba de que el presidente no acepta la derrota. La frase de Pagni no es original, porque ya la había dicho Horacio Rodríguez Larreta un día antes. Pero en originalidad, sabemos que cierta prensa y ciertos dirigentes de la oposición no compiten. Pero, por supuesto, para Pagni esto no es privativo de Alberto, porque, según aclaró, el presidente “pertenece a una agrupación cuya líder se negó a entregar el bastón de mando a su sucesor, que había ganado en elecciones impecables”.

Las elaboradas descalificaciones de La Nación de hoy sobre el acto de ayer constituyen la culminación de lo que ramplonamente comenzó durante el acto mismo, con la cobertura realizada por varios canales de televisión. Fueron desde las ya clásicas advertencias sobre el sacrosanto tránsito porteño obstruido, pasando por entrevistas a gente que esperaba el colectivo y que debía necesariamente quejarse por lo que estaban haciendo estos ocupas de la calle (lo que no siempre les salió bien), a mandar una cronista a sarnear a los choferes de los micros que llevaron gente a la manifestación, para dejar flotando el consabido “de dónde sacan la plata para pagar tantos colectivos”. Por suerte lo de los 400 micros para acompañar a Macri a declarar a Dolores por la causa del submarino no sucedió. Aunque hubiera sido bueno escuchar las ingeniosas justificaciones del caso.

Párrafo aparte, para el humor (el mal humor), fue la recomendación de la Embajada de EE.UU. a sus conciudadanos en Buenos Aires, de no transitar por la Plaza de Mayo debido a la “naturaleza impredecible del peronismo”. Si no fueran tan dañinos nos darían risa, dice una canción de Serrat.

Pasó el Día del Militante, fue una jornada de fiesta para el peronismo y de alivio para buena parte del electorado que no se vio favorecido en las urnas y, como corresponde en democracia, debe aceptar el resultado. Lo que no implica tener que hacerlo como unos tristes amargados. Defender la alegría, decía un poeta, que era uruguayo y (obvio) no era peronista. Aunque a algunos les moleste, sin pretensiones de ser original, hay que decirlo claramente. Ayer fue un día peronista.

Editorial de José Luis Ferrando, licenciado en Comunicación Social, periodista de LT14 Radio Nacional Paraná.