Tres kayakistas de Tierra del Fuego culminaron con éxito una travesía con muy pocos precedentes históricos al unir la ciudad de Ushuaia con el Cabo de Hornos, en un recorrido de casi 400 kilómetros que incluyó llegar al "peor lugar del mundo para la navegación", según consideran los expertos.
Los protagonistas
Diego Linares, Walter Kayo y Javier Ciede habían partido de la capital fueguina el 26 de abril, y desde el poblado de Puerto Williams, situado en territorio chileno sobre el Canal Beagle, comenzaron a tener un barco de apoyo que los acompañó en la mayor parte del periplo.
Los aventureros que remaban un promedio de 30 kilómetros diarios, se desplazaban a una velocidad de 6 o 7 kilómetros por hora y dormían acampando sobre la costa, superaron el principal escollo al atravesar la Bahía Nassau, que separa la Isla Navarino de las islas Wollaston por mar abierto.
"En ese lugar aprovechamos una ventana climática pero igual soportamos olas de dos metros y medio de altura", explicó Linares a su regreso.
El sismo
El viernes 2 de mayo la expedición afrontó su mayor desafío cuando se produjo un movimiento sísmico de 7.4 puntos en el Pasaje de Drake, a 60 kilómetros de su posición y justo cuando habían alcanzado la línea del Cabo de Hornos.
Ante una alerta de posible tsunami emitido por autoridades chilenas los expedicionarios se refugiaron en unas islas cercanas y luego de un temporal de viento producido en las horas posteriores encararon su periplo de regreso.
El regreso
Si bien la travesía llamada Yahgashaga tenía previsto retornar por el oeste a través del Canal Murray, los funcionarios chilenos le denegaron esa posibilidad, con lo que tuvieron que retomar la ruta original y agregar "180 kilómetros al recorrido", explicaron los kayakistas.
Además, mencionaron que debido a "un frente muy grande de alta presión" y la posibilidad de "fuertes vientos desde el norte", decidieron avanzar un tramo del trayecto en el velero que les sirve de apoyo, "de modo de optimizar los tiempos en momentos de clima complicado", señalaron.
Ya de nuevo en Puerto Williams realizaron los últimos 45 kilómetros en soledad hasta arribar a Ushuaia desde donde habían partido "en perfecto estado de salud".
Las emociones
"Fue una experiencia única. Alcanzamos el "Monte Everest de la náutica" y nos comportamos como un verdadero equipo", valoró Linares, quien también contó que en ocasiones sufrieron calambres debido al gran esfuerzo físico.
"Después de terminar este viaje se valora mucho más lo que hicieron otros deportistas anteriores, sin tecnología y sin barco de apoyo", resaltó el kayakista.
El Cabo de Hornos fue alcanzado por kayakistas de distintas nacionalidades pero partiendo desde Ushuaia existen muy pocas expediciones registradas, una de ellas en la década del 80` que culminó con éxito e involucró a los deportistas Ricardo Kruszewski, Luis Mack, Rolfi Di Leo, Tino Peralta y Adrián Andómine, mientras que también lo lograron en los 90, Pablo Basombrío, Martín Grondona y Emilio Caira.
El grupo de fueguinos que escribió sus nombres en esa selecta nómina también llevó un mensaje simbólico de concientización en la lucha contra distintas enfermedades.

Etiquetas: Cabo de Hornos, Tierra del Fuego, travesia, Ushuaia