En tiempos donde el celular se volvió una extensión del cuerpo y donde gran parte de la vida cotidiana transcurre frente a las pantallas, un estudio reciente demostró los beneficios de desconectarse por completo, aunque sea durante un período breve.
Fabricio Ballarini, biólogo, investigador y actual director del Departamento de Ciencias de la Vida en el ITBA, dialogó con el equipo de Creer o reventar y dio detalles al respecto, al destacar que dejar el celular de lado durante tres días genera un impacto positivo tanto en la mente como en el cuerpo.
"Según el estudio, no usar el celular genera una reacción en el cerebro de mayor estímulo placentero, o sea que la están pasando mejor o menos peor, que tiene mayor bienestar", expresó.
Los participantes del estudio reportaron mejoras en la calidad del sueño, mayor concentración, reducción de la ansiedad y una percepción más clara del entorno.
La desconexión temporal permite reconfigurar los hábitos de atención y ayuda a comprender cuánto condiciona la tecnología la vida diaria. Este tipo de prácticas no implica un rechazo a la digitalización, sino una forma de recuperar un equilibrio saludable entre lo virtual y lo real.
La pausa de tres días es suficiente para que el cerebro reorganice ciertos patrones y recupere recursos cognitivos que suelen verse saturados por el uso intensivo de dispositivos móviles.

Etiquetas: Celular, Creer o Reventar, Fabricio Ballarini