Guillermo Vilas (en 1977), Gabriela Sabatini (en 1990) y Juan Martín Del Potro (en 2009) fueron los tres ganadores argentinos de la historia del abierto de abierto de los Estados Unidos.

Y los tres son muy queridos por el público neyorquino. Tanto es así que cuando Vilas (ahora ya no porque su enfermedad le impide viajar muchas horas en avión y ya no viene) y Sabatini visitaban el predio donde se disputa el último Grand Slam del año, son recibidos con “alfombra roja” y son muy requeridos a la hora de las fotos.

Guillermo ganó una final sensasional, en el complejo Forest Hill, sobre arcilla, a Jimmy Connors ganando en cuatro sets. Y “Gaby” a su “archirival” la alemana Steffi Graf en dos parciales. Es más, el punto final de Vilas y Sabatini es muy simIlar.

El otro campeón, Del Potro, aún en actividad es muy seguido en Estados Unidos en general y en esta ciudad en especial. Hasta me animaría a apuntar que, en el cuadro masculino, después de Roger Federer y Rafael Nadal, es el favorito del espectador.

Los encuentros de Del Potro, generalmente, son a cancha llena. Y, además de los muchos argentinos que van a verlo, también tiene su hinchada local.

Lo de Juan Martín es historia moderna. A días de cumplir 21 años, pasó por arriba en la semifinal a Nadal y ganó aquel épico partido a cinco sets ante Federer. El revés largo de Roger. Y los dos metros desparramados por el piso de Del Potro festejando el logro.

Sus fotos están en el paseo de los campeones. Ya son parte de la historia.

“Me gusta pasear por esta ciudad. Voy al cine. A ver algún concierto. Me gusta ir a ver la NBA, pero no en la época del US Open porque aún no comenzó la temporada. Tengo una buena hinchada y me siento muy acompañado” comenta Del Potro. 

Y algo de razón tiene. Juan Martín, como en su momento Sabatini y en menor medida Vilas, son locales en Nueva York.