En Amnesia, con Pablo Valente, el equipo habló con Claudio, investigador privado de Tango Investigaciones, una de las pocas agencias profesionales que operan en todo el país y que se volvió célebre por su trabajo preciso, silencioso y lleno de historias increíbles.

Claudio explicó que hoy en Argentina hay apenas “10 que trabajan bien de verdad”, y que la mayoría de los casos que atienden —alrededor del 90%— son por infidelidades.

“El que te llama ya tiene dudas muy fuertes. Nosotros solo confirmamos lo que ya siente.”

Contó situaciones insólitas, desde clientes de 86 años hasta parejas que piden seguimiento minuto a minuto con nivel de obsesión quirúrgica:

“Una vez un marido tenía control absoluto: SUBE, recorridos, horarios… Él sabía todo. Seguimos a la mujer tres meses y no encontramos nada. Era más fiel que San Martín.”

También narró episodios de estafas, robos, conflictos familiares por herencias, seguimiento de chapas de autos robadas y la parte oscura de Internet:

“La gente cae en chantas que prometen conseguir WhatsApp ajeno. Es imposible. Y la IA generó un boom de extorsiones con fotos falsas.”

La entrevista explotó cuando reveló uno de los casos más impactantes: una mujer que pagaba para acostarse con los novios de su hija, solo para competir con ella.

“Era una guerra entre madre e hija. Competían en todo. Una locura.”

Sobre el mito de ser descubierto, fue claro:

“Si te descubren, hiciste mal tu laburo. A mí no me pasó nunca. Y si a alguien le pasó… no lo va a admitir.”

Claudio trabaja junto a su esposa —también investigadora matriculada— y asegura que lo apasiona su profesión:

“Amo lo que hago. Dimos tres vueltas al país haciendo seguimientos. Es adrenalina pura.”

Para consultas, Tango Investigaciones está disponible en Google con reseñas reales y contacto directo.