Enrique Finochietto (1881-1948), un médico y cirujano que a sus conocimientos sobre ciencias de la salud le agregó estudios de dibujo técnico e ingenio para revolucionar la práctica de la medicina, nació un 13 de mayo de 1881 en la ciudad de Buenos Aires.
Finochietto ingresó a la Facultad de Medicina de la UBA a los 16 años y rápidamente se interesó, además de por la cirugía, por la parte del instrumental ligada al desarrollo de su profesión.
Así comenzó a destacarse por acompañar sus publicaciones científicas con ilustraciones de extrema precisión y calidad.
Ya consagrado en Argentina, Finochietto viajó a Europa, donde se especializó en técnicas quirúrgicas que luego le permitieron crear instrumentos y aparatos para intervenciones médicas que se extendieron por todo el mundo.
Entre las creaciones de Finochietto que todavía se utilizan en los quirófanos de todo el mundo se destacan las siguientes:
- El frontolux, un sistema inspirado en las lámparas de los mineros que, desde la frente del cirujano, permite iluminar el campo puntual a la visión del mismo.
- El "empuja ligaduras" para detener las hemorragias.
- El porta-agujas, en diversas medidas y formatos.
- La pinza doble utilidad, usada para hemostasia y como pasahilos.
- El aspirador quirúrgico para limpiar la sangre del campo operatorio.
- Las "valvas de Finochietto", para separar órganos.
- La cánula para transfusiones, la mesa quirúrgica móvil, manejada con pedales e impulsada por motor eléctrico, que permite colocar al paciente en cualquier posición para facilitar la operación.
- El banco para cirujanos, que permite operar sentado.
- El separador intercostal a cremallera para operaciones de tórax, conocido universalmente como "separador Finochietto".
Entre otras distinciones, fue Miembro de la Legión de honor,
Miembro honorario de la Academia Nacional de Medicina (Argentina), Presidente de la Sociedad de Cirugía de Buenos Aires y Miembro de las sociedades de cirugía de Bolonia y Montevideo.
Además, varias calles y clínicas llevan su nombre en todo el país.

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