Los comicios presidenciales celebrados en el vecino país consagraron electo al candidato del Partido Colorado, con una ventaja de más de 15 puntos sobre el opositor Efraín Alegre. Además de presidente y vicepresidente, se eligieron a 45 senadores, 80 diputados y 257 integrantes de las juntas departamentales y sus respectivos suplentes, así como a los gobernadores de los 17 departamentos del país.
Tras confirmar su victoria el Tribunal Superior de Justicia Electoral de Paraguay, Peña convocó a todos los paraguayos para "alcanzar el bienestar del pueblo".
Ante una multitud que celebró su contundente victoria en el comando de campaña del Partido Colorado y con una bandera nacional que le rodeaba el cuello, señaló que su gestión convocará a todos los sectores para mejorar la situación económica y social del pueblo.
"Todos somos hijas e hijos de una sola madre: la patria paraguaya", enfatizó Peña durante su mensaje, leído junto al presidente colorado, el polémico exmandatario Horacio Cartes, su padrino político.
"La democracia es mi bandera, pero con pan", lanzó luego ante los vítores enfáticos de sus simpatizantes, y convocó entonces a todos los ciudadanos para cumplir su promesa de campaña: "vamos a estar mejor",
Admitió que el país sufre un "estancamiento económico" producto de un crecimiento en el índice de desocupación, pero mostró su confianza en que en su gestión revertirá la situación.
"Vamos a desterrar el fatalismo de que estamos condenados a nuestro presente. Nosotros somos los dueños de nuestro propio destino. De nuestro futuro y porvenir.", enfatizó.
Añadió: "Yo les digo, no les voy a defraudar. No voy a defraudar el sacrificio de los correligionarios y correligionarias que fueron los guardianes de la voluntad popular, que cuidaron cada voto para que se respete a rajatabla la libre decisión del soberano. Imposible cuantificar mi gratitud, solo puedo decirles gracias, infinitas gracias por su esfuerzo y dedicación".
"Hoy no estamos celebrando un triunfo personal. Estamos celebrando la victoria de un pueblo que con su voto eligió el camino de la paz social, del diálogo, de la fraternidad y de la reconciliación nacional. Un pueblo que envió un claro mensaje de que los agravios, el odio y las rencillas no son el camino", insistió.
"A los que creyeron en otros proyectos les digo que más allá de los colores partidarios que levantan falsas murallas somos hijos e hijas de una madre común: la Patria paraguaya. Esa Patria reclama lo mejor de cada uno de nosotros. Y en esa gran empresa nacional todos estamos moralmente obligados a ejercer un papel en el lugar que nos toque. Solo así podremos enfrentar con éxito la pobreza, la corrupción y la impunidad", culminó.
La justicia electoral estimó la participación de electores en 62% sobre un total de 4,8 millones de empadronados en una población de 7,5 millones de habitantes.
Peña, quien asumirá el 15 de agosto, sucederá al presidente Mario Abdo Benítez, quien se comprometió a impulsar “una transición ordenada”.
El partido Colorado ha gobernado Paraguay casi sin interrupción durante los últimos 70 años.
La única excepción en su hegemonía ocurrió durante el gobierno del centroizquierdista Fernando Lugo (2008-12), quien fue destituido por el Congreso en un juicio político un año antes de que finalizara su mandato.
Economista, exempleado del FMI y director del banco Basa, Santiago Peña logró saltar la división del gobernante Partido Colorado de Paraguay y ganar la presidencia del país para el periodo 2023-208 al imponerse con una inesperada diferencia.
Con su triunfo, Peña marca la continuidad de los colorados en el gobierno, aunque en toda su campaña hizo un esfuerzo en doble sentido: por un lado, para despegar de una gestión de Gobierno que no saldó los problemas centrales del país; y, por el otro, para procurar mostrarse como lo nuevo, pese a ser el postulante de una fuerza que gobernó los últimos 70 años con apenas una pausa de 4.
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