javier erlij CRITICA

Reír como modo de vida, “Bufones de la risastencia” de Patricio Escobar

Reír como modo de vida

“Bufones de la risastencia” de Patricio Escobar.

Ni sombreros con cascabeles, ni piruetas circenses.
Un personaje presente en la vida de todas las personas. La burla y la
carcajada como modo de vida. Símbolo elegido para representar la carta
que equivale a cualquier otra dentro de la baraja española. El bufón es
además protagonista del documental realizado por Patricio Escobar.
“Bufones de la risastencia” explora el lugar histórico del bufón y su
evolución a través de los tiempos. Se estrenará el próximo 20 de enero.
Mediante entrevistas a dramaturgos, actores e investigadores, el
documental irá desmembrando el lugar del bufón dentro de la historia.
Demostrando que esta figura es mucho más importante de lo que
normalmente se cree. Inclusive teniendo intérpretes del mismo rol tanto
en Europa y América pre colonial. Al tiempo que bufones modernos
recorren la capital del país, tomando como puntapié inicial la oleada de
mal olor que sufrió la ciudad hace algunos años.
El audiovisual de Escobar posee el alto nivel informativo que se le exige
a los productos que refieren a algo tan específico. Al contrario del
pensamiento colectivo o las maneras en que se representó en las
películas, el bufón poseía una gran importancia en la sociedad medieval.
Sociedad de la cual nace. Algunos de ellos eran capaces de brindar
prestigio a la corte que los poseyera, generando pujas constantes por su
adquisición. Incluso el papa catolico llegó a decretar lo que podía y no
podía decir un bufón.
Un ser distanciado de la sociedad, ya sea por vivir con los reyes o por ser
expulsado a viajar eternamente por los caminos. Aunque outsider, jamás
se presenta como víctima del sistema, al contrario, se burla del mismo.
Su distancia le permite ver lo que otros desde dentro no pueden. Al
contrario del clown, este no se burla de sí mismo, se burla de la sociedad,
de sus errores. Habitando en las sombras, incomodando, realiza y dicen
lo que otros son incapaces de hacer. La poesía del bufón es convertir en
santo lo obsceno y corrupto lo sacro.
Reivindicando la figura del bufón, encontrándose hasta el día de hoy en
los particulares personajes de las ciudades, como el patinador en sunja
que recorre las costas marplatenses. Sin discriminar el tipo de arte, esta
figura se encuentra en todas e incluso en nuestra cotidianidad. Simboliza
además lo que queremos decir y no nos animamos, la rebeldía retenida,
la carcajada orgásmica. El empoderamiento de la persona común sobre
el sistema opresor, la libertad.