El periodista agropecuario de Radio Nacional, Daniel Aprile, analizó el anuncio del presidente Alberto Fernández sobre la intervención de Vicentín y explicó quién es Gabriel Delgado, el interventor dispuesto por el Presidente.
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"Gabriel Delgado era el número puesto para ser Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca -luego fue designado Luis Basterra-, pero es un hombre que siempre se mantuvo cerca del sector agropecuario y hasta fue un asesor del presidente en su relación con el sector productivo", señaló Aprile.
"Es un hombre con muchísima experiencia, que conoce de adentro el sector agropecuario y que ya fue secretario de Agricultura durante el segundo mandato de Cristina Fernández. Para el sector agropecuario no es un hombre ajeno, es un hombre muy respetado y tiene experiencia política", agregó.
Además, Delgado fue director del ex Centro de Investigación en Ciencias Políticas, Económicas y Sociales (CICPES) del INTA, gerente general de INTeA S.A. (Innovaciones Tecnológicas Agropecuarias) y ejerce la docencia desde hace casi 20 años en carreras de grado y post-grado.
Por otra parte, Aprile pronosticó una buena recepción de la medida en el sector productivo, acreedores de la empresa. Ante el anuncio, los productores estarían en condiciones de cobrar la deuda que Vicentín mantiene con ellos.
Recordemos que la empresa tiene una deuda que supera los 1.000 millones de dólares.
Este lunes, Alberto Fernández anunció la intervención de la agroexportadora, que se encontraba en concurso de quiebra y que el Estado era su principal acreedor a través de un préstamo otorgado por el Banco Nación. Además, el Presidente anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para declararla de “utilidad pública”.
En ese sentido, el mandatario remarcó que el interés de su gobierno es que la empresa siga trabajando, al igual que sus trabajadores (unos 7 mil empleos en forma directa), junto a sus proveedores, productores regionales que representan una fuerza muy importante para el desarrollo del país.
Asmismo, Fernández consideró que se trata de una “decisión estratégica para la economía nacional” y la “soberanía alimentaria”, de “relevancia singular en la postpandemia”.
