En San Petersburgo, en circunstancias que todavía se discuten, muere el 6 de noviembre de 1893, Pyotr Ilyich Tchaikovsky, el compositor ruso más célebre de la historia y uno de los favoritos del público que ama la música clásica. Los invitamos a escuchar su opus 26, Serenata melancólica, por Itzhak Perlman en violín y la Orquesta Filarmónica de Leningrado, bajo la dirección de Yuri Termikanov.

Además, un 6 de noviembre de los siguientes años

1672    a los 87, en Dresde, muere Heinrich Schütz,  un prolífico y admirable compositor y organista que es considerado el fundador del barroco alemán.

1825    en Viena, Beethoven continúa asombrando con sus cuartetos. Ahora estrena el Cuarteto en la menor, op.132.

1854    en Washington, nace John Philip Sousa, el músico que, a pura marcha, habría de ponerle identidad musical a los Estados Unidos.

1902    en Milán, Francesco Cilea da a conocer Adriana Lecouvreur, una ópera que, en su momento, sólo cosechó adhesiones y admiración.

1924    Leoš Janáček sigue su saga de asombrosos estrenos en la madurez de su vida. En Brno, presenta la bellísima ópera La zorrita astuta.

1965    en Nueva York, ciudad en la que residía desde hacía más de 40 años, muere Edgar Varèse, un compositor francés que inició el camino de la vanguardia en Estados Unidos.

2016    en Budapest, a los 64, fallece el gran pianista húngaro Zoltán Kocsis, uno de los músicos más admirados de su generación, un intérprete insuperable, además, de la música para piano de Bela Bartok.