Valeria Chiavetta, integrante de la Federación Ecuménica de Cuyo, dialogó con Mariana Olguín en lo referido a la necesidad de ampliar el alcance del beneficio al sector de los migrantes, cuya población ha quedado mayormente excedidas respecto del Ingreso Familiar Extraordinario.
En Mendoza, la mayoría de los y las migrantes se desempeñan como “mano de obra complementaria”, como por ejemplo en la construcción como mano de obra secundaria, en la venta ambulante, en el trabajo en casas particulares, en la cosecha; es decir: rubros fuertemente afectados por la pademia y el aislamiento.
Mediante este pedido, que acompaña un proyecto de ley para ampliar la prestación de la IFE presentado a nivel nacional, Chiavetta explicó que, de concretarse, podrían acceder a ello migrantes con menos de dos años de residencia y personas refugiadas, que en buena parte no lograron avanzar en la primera etapa de la IFE.
“Esperábamos que el Ejecutivo modificara estas mismas exigencias, sobre todo para alcanzar a aquellos que trabajan y se desempeñan en el sector informal de la economía, en situaciones precarias de trabajo. Creemos que tienen que avanzar un paso más e incluir a esta población vulnerable”, planteó la representante de la FEC.
