NO PUDIERON DESPEDIRSE MENDOZA

No tenía Covid, pero igual no les dejaron velar a su madre

La señora Angélica Castro de 78 años murió en circunstancias dudosas, según entienden sus familiares. Ya no tenía Covid, sin embargo no les permitieron velarla y tuvo que ser sepultada en un lugar destinado a los fallecidos por coronavirus en el cementerio de Cañada Seca.

Nélida, una de sus tres hijas, sintetizó en diálogo con LV4 SAN RAFAEL, la situación por la que atravesó su mamá quien, tras sentirse mal, fue diagnosticada con Covid el pasado 23 de Mayo.

Transcurrió la enfermedad en su casa sin muchas complicaciones y con la observación permanente de médicos.

Contó que su mamá superó el coronavirus pero a los días se descompensó, por lo que fue trasladada a la Clínica Ciudad donde permaneció internada varios días, donde finalmente dejó existir el sábado 12 de junio. “Mi mamá tenía el azúcar muy alta, era diabética”, explicó Nélida.

La señora compartió una habitación común (No Covid) junto a otra paciente y estuvo al cuidado de una enfermera y posteriormente de sus hijas.

Todos los informes médicos de la profesional a cargo de su atención indicaban que iba mejorando “pero nosotras no la veíamos bien. Solamente dormía”, dijo Nélida. El sábado del desenlace fatal les avisaron a las hijas que le iban a inyectar morfina para que estuviera tranquila y sin dolor. Ese fue el último día que vieron a su mamá.

Las hijas de Angélica no saben cuál fue la verdadera causa de la muerte porque el certificado de defunción dice: paro cardiorespiratorio. Lo que llama la atención es que no les permitieron verla ni velarla.

“Nos dejaron estar a 30 metros de donde la enterraron en un sitio donde están todos los fallecidos por Covid en el cementerio de Cañada Seca. Pero ella hace días ya no estaba enferma”, reiteró Nélida con mucho dolor y tratándole de encontrar palabras a lo inexplicable.

Los estudios que le realizaron a Angélica Castro en la Clínica Ciudad parecen haberse extraviado, o al menos “nadie los encuentra”.

Ante esta situación angustiante e irreversible, lo único que piden sus familiares es que les entreguen un acta médica donde expliquen las razones ciertas de su deceso, “para poder sacarla de la tierra y ponerla en un nicho como fue su deseo y es el de mi papá, quien no deja un segundo de extrañarla”, rogó Nélida.