El presbístero Santiago Granillo responsable de la Gruta del Valle dijo que los daños que se registraron en el santuario luego de la reciente remodelación se sucedieron porque “algo impactó sobre esas estructuras y se rompieron, quiero aclarar que las fotografías que se viralizaron es de dos baldosas rotas, no es todo el santuario. No hubo vandalismo”. Los sectores dañados fueron restaurados al día siguiente y también se solucionó el tema del agua en los sanitarios, lo único que falta es un montacarga eléctrico –señaló- que no había llegado aún, y la finalidad es que sea usado por la gente con movilidad reducida. Luego de las celebraciones de las fiestas el lugar continuará con guardia permanente para su resguardo.
El presbístero a cargo del lugar comentó que “con el desafío del nuevo santuario la pastoral dió un paso muy importante de poner un sacerdote a cargo del cuidado pastoral, de la atención permanente de la gente, de la recepción de los peregrinos y se elevarán algunas disposiciones y sugerencias para que lo podamos cuidar”.
Finalmente Granillo reflexionó “estamos frente a un espacio netamente sagrado, hablo de un santuario a cielo abierto y por ello no significa que no debamos respetarlo y considerar las recomendaciones propias de un lugar sagrado”.
Programa: El Café de las 8
Conducción: Beatriz Carreño (bloque especial)