CONSERVACIÓN LV8 - NACIONAL LIBERTADOR

Ñacuñan celebra 35 años como la única Reserva de la Biósfera de Mendoza

Así lo relató durante el programa Con Ciencia Colectiva, Pablo Cuello, Biólogo, que se desempeña en el Instituto Argentino de Zonas áridas, del CONICET, Mendoza como coordinador de la Reserva de Biosfera Ñacuñan (RB) y en calidad de representante ante el programa Mab-Unesco por la RB.

La Reserva de Biósfera Ñacuñán está de fiesta desde el 16 de junio al 19 de julio, al ser el epicentro de distintas actividades en el marco de los Festejos por sus aniversarios: treinta y cinco años como Reserva de Biósfera y sesenta años como Reserva Forestal.

Es importante conocer que por iniciativa de Virgilio Roig y otros científicos, el 19 de julio de 1961 se declara por Ley provincial la "Reserva Forestal de Ñacuñán". Así comienza la conservación y recuperación de un área altamente impactada por la deforestación en el departamento de Santa Rosa, Mendoza.

En 1979 comenzaron las primeras gestiones del Instituto Argentino de investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA) para la inclusión de la Reserva en la Red Mundial de Reservas de Biosfera, del programa MAB de UNESCO (Man and the Biosphere o el Hombre y la Biósfera). Pero no fue hasta el 16 de junio de 1986 que se concreta la incorporación de la Reserva a la Red Mundial de Reservas de Biosfera, lo cual implica compromisos internacionales entre el IADIZA y la UNESCO.

La que hoy conocemos como “Reserva de Biósfera Ñacuñán” forma parte de un grupo selecto de sólo 714 reservas a nivel mundial. Reflejan el objetivo fundamental de la UNESCO de fomentar prácticas innovadoras de desarrollo sostenible y luchar contra la pérdida de biodiversidad.

Cuello relató la importancia de Ñacuñán en cuanto a los servicios ecosistémicos que brinda a la comunidad y precisamente esa es una de las diferencias que tiene esta reserva con otras. “La concepción del MAB precisamente busca que la conservación se dé con la gente”.

“La reserva hoy tiene 32 mil hectáreas y conserva las especies vegetales y animales donde se encuentra el águila coronada que es el estandarte de conservación, el pichiciego, la mara, la tortuta, el tunduque. Muchas especies de animales y plantas adaptadas a las condiciones del desierto” explicó Cuello.

“Lamentablemente por la pandemia ahora se ha complicado la posibilidad de hacer visitas guiadas, pero sí se pueden seguir las redes sociales de Instagram y Facebook, donde se va a informar el reinicio de las actividades. Ñacuñán se había constituido en un espacio de conocimiento ornitológico”, comentó Pablo Cuello.

Finalmente, relató que los jueves a las 11 de la mañana se están dando charlas, a través de plataforma zoom para participar de los últimos encuentros. Y el 19 se hará una celebración con un acto de cierre”.