Con la llegada del frío, los accidentes por intoxicación con monóxido de carbono se vuelven una amenaza silenciosa pero evitable. En diálogo con Silvia Maruccio en La Mañana de Nacional Folklórica, el gasista matriculado y responsable de Cazafugas, Juan Ignacio Arguello, explicó en detalle cómo prevenir estos episodios, qué señales observar y por qué la revisión periódica de los artefactos es una inversión que puede salvar vidas.
“La mayoría de las muertes ocurren en viviendas con instalaciones que no se revisan hace años. Son tragedias evitables”, advirtió Arguello. Según datos compartidos en la entrevista, en Argentina ocurren más de 500 accidentes anuales por monóxido de carbono y alrededor de 200 muertes, muchas de ellas vinculadas a calefones mal instalados, estufas corroídas o ventilaciones bloqueadas.
El especialista explicó que el color de la llama es un primer indicio clave: si deja de ser azul y se torna naranja o rojiza, indica una combustión incompleta, lo que genera monóxido. También remarcó que este gas es indetectable por los sentidos humanos, ya que no tiene olor, color ni sabor.
El costo de una inspección profesional ronda los 30.000 pesos, un monto bajo frente al riesgo de vida, y que incluye pruebas de hermeticidad y chequeo de cumplimiento de la norma NAG 200.
Arguello también informó sobre una innovación técnica aprobada recientemente por ENARGAS: la NAG 203, que permite reparar cañerías de gas por dentro con resina sellante, sin necesidad de romper paredes, reduciendo costos y tiempos de obra. “La tecnología hoy nos permite detectar pérdidas con precisión y resolverlas sin destruir el hogar. No hay que tener miedo de revisar, sino de no hacerlo”, enfatizó.
Finalmente, advirtió sobre prácticas peligrosas muy comunes, como usar hornallas u hornos para calefaccionar, tapar rejillas de ventilación o alterar las chimeneas de los calefones, y pidió no confiar ciegamente en estufas de tiro balanceado sin mantenimiento. “Todo artefacto que queme gas debe tener una revisión anual, incluso si parece funcionar bien.”
La entrevista dejó una consigna clara: la prevención empieza por conocer, controlar y actuar antes de que sea tarde.
