Entrevista a Gustavo Penacino

Misterio de Coghlan: los detalles del proceso que permitió identificar a Diego Fernández Lima

Un inquietante hallazgo en el barrio porteño de Coghlan terminó por romper cuatro décadas de silencio. Durante una obra en una casa ubicada en avenida Congreso, obreros encontraron restos óseos en el jardín contiguo a una vivienda lindera donde vivió Gustavo Cerati a principios de siglo. El análisis forense confirmó que pertenecen a Diego Fernández Lima, un joven de 16 años desaparecido el 26 de julio de 1984, cuando cursaba el secundario y jugaba al fútbol en Excursionistas.

 

El bioquímico y especialista en genética forense Gustavo Penacino dialogó con el equipo de Creer o Reventar y explicó que la clave para resolver el caso fue el cotejo de ADN entre los restos hallados y una muestra tomada de la madre de Diego, lo que permitió una identificación concluyente después de 41 años. Destacó, además, el papel decisivo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el proceso de excavación, análisis óseo e identificación genética.

"Gracias a la difusión periodística la familia del muchacho desaparecido asumió que podía ser él por los elementos extrínsecos. Se hizo un estudio de maternidad. Desde el punto de vista técnico, el trabajo fue simple. La cuestión era encontrar con quién cotejar esos restos", expresó.

La investigación judicial, a cargo de la Fiscalía Nacional Criminal Nº 12, determinó que la muerte tuvo características violentas: un arma blanca provocó una herida en la cuarta costilla derecha, y hubo evidencias de intento de desmembramiento antes del enterramiento en una fosa rústica de apenas 60 centímetros.

"Son áreas que se llaman de AND basura, o sea de ADN que no codifican para nada, es decir, que están fuera de los genes; pero son sitios variables. Entonces, nosotros obtenemos de las muestras biológicas un patrón genético que tiene muchos marcadores, un mínimo de 22 marcadores. Cada marcador tiene dos variantes y una tiene que coincidir con el padre y la otra con la madre. No hay dos humanos en la tierra que tengan esa misma composición de marcadores", explicó.

La conmoción se profundiza: un excompañero de Diego, cuya familia habita el inmueble donde se encontró el cuerpo, apareció como principal sospechoso. Si bien en ese momento no formaba parte del círculo íntimo de amistades de la víctima, ahora constituye uno de los ejes de la pesquisa.