Cantautora, militante, ex Ministra de Cultura, Teresa Parodi repasó su carrera y presentó “Distinto”, su nuevo single que, además, viene acompañado de un videoclip. La canción, es el anticipo de su próximo álbum "Después de todo". La artista también evaluó la situación social y sanitaria en contexto de pandemia: "Hemos andado por un camino muy difícil, pero con un Estado presente. Vaticino un futuro juntos no tan lejano. La vacuna nos hace ver la otra orilla, vamos a llegar ahí y como dijo la vicepresidenta - Cristina Fernández - 'vamos a volver a ser felices' y eso renueva las esperanzas", le dijo a NORTE GRANDE.
Teresa contó cómo "el encierro me hacía añorar el sol de mi tierra, y lo hice a través de la música. Me aferraba a la guitarra y cantaba y viajaba al sol del patio de la casa de mi madre entre pájaros, árboles, agua. Escribí muchas canciones, y el abrazo fue mi música. Porque la música es un puente hermoso que nos acompaña a vivir, a sufrir, a soñar, a despertar esperanzas. Así comencé a escribir y componer este disco que se llama "Después de Todo", con las canciones que nacieron desde el principio del aislamiento".
"Pertenezco a una generación que aprendió a luchar por su democracia que muy débil en ese entonces, con golpes de Estado continuos. Mis padres hablaban de política con mis hermanas y yo y decían que política era todo y debíamos pensarla como herramienta de construcción social. Todavía sueño mucho, el día que deje de soñar voy a dejarlo todo. Los sueños hacen que uno se anime a caminar y a andar. El camino está lleno de vicisitudes y momentos difíciles, pero es tan bello y tan vivo el camino si hacés algo que sentís", recordó.
En una charla cálida, se refirió a su "mamá, abuela y papá son figuras fundamentales en mi vida. Mi abuela era un hada que creía en todos mis sueños, de hecho ella me regaló la guitarra porque soñaba con ser música. Yo aprendí a escuchar música por el cuidado de mi padre, y me acerqué a la literatura por mi madre. Mi familia era una gran familia de docentes y maestros. Mi casa era casi una escuela, mi madre era profesora y enseñaba ahí. Cuando ya era militante de la juventud peronista, decidí ser maestra en el monte misionero, en El Dorado y me marcó la vida para siempre. Como la canción. Arroparon mi infancia. Yo me parí con mucha seguridad porque me dieron elementos hermosos, el más importante la seguridad del amor, salir a la vida acompañada del amor. También me enseñaron a pensar, a leer y a interesarme en lo que pasa en la comunidad".
"Nací en una casa de clase media, en la que mi madre me decía que prefería que sea docente y no cantora. Uno hace por una necesidad expresiva con uno mismo, y yo me comprometí con la música de mi tierra. Ojalá hubiera podido aportar a la música de mi patria chica y mi continente. Hago mi trabajo con mucha pasión, convicción y decisión. En mi época, hacer esta elección era muy difícil. Madre de 5 hijos y ser compositora e intérprete de música que era propia de varones. Yo elegí esta profesión contra viento y marea. Hice el camino para dejar esa huella, no sé si llegué. No importa ahora la dimensión que ocupa mi trabajo, para mí lo que importa es seguir haciendo, seguir escribiendo y que haya gente dispuesta a escucharlo. Amo mi trabajo", concluyó.
