Leo Messi va levantando cada vez más su listón personal. En este próximo partido ante el Borussia Dortmund, en la fase de grupos de la Champions, Leo celebrará su partido 700 con el Barça. Será la primera vez que alcance un centenario jugando en Europa. Supone también el inicio de la cuenta atrás para atrapar a otro de los grandes mitos azulgrana, Xavi Hernández, que con 767 es el jugador que ha disputado más encuentros en la historia azulgrana. Messi no acostumbra a festejar estas efemérides con goles. Sólo en una ocasión, al cumplir los 500, vio puerta frente al Betis en Liga.

Debutó con 17 años en un derbi celebrado en Montjuïc el 16 de octubre de 2004, con Frank Rijkaard en el banquillo, y alcanza los 700 a los 32 años y con Valverde dirigiendo al equipo azulgrana. Con contrato en vigor hasta 2021, negociándose la ampliación por uno o dos años más, todos los récords de longevidad, partidos y goles están en sus botas. Estas 15 temporadas han dado para que levantara 34 títulos.

En estos 699 partidos, el de Rosario ha marcado 612 goles, con una media de 0,87 por encuentro, una cifra increíble en un jugador profesional. Lo más importante para él es todo lo ha ganado, que es mucho. Sólo en partidos: 494 (70,67%), 128 empatados (18,31%) y apenas 77 perdidos (11,01).

En este periodo también ha esculpido su nombre en incontables récords, entre ellos máximo goleador histórico de LaLiga, en un año natural en la competición doméstica o en una temporada. eso sin contar dobletes, ‘hat tricks’ y todo aquello que huela a gol. En cuanto a los títulos individuales, Leo ha conquistado cinco Balones de Oro y seis Botas de Oro, entre otros reconocimientos.

La fiesta de los 700 será esta vez en el Camp Nou, en encuentro europeo por primera vez. Hasta ahora, de estos 699 partidos, en la Champions League ha jugado 139, con un botín de 113 goles y 30 asistencias. Son, además, 82 victorias. Esta campaña, Messi ha jugado cuatro encuentros europeos, uno de ellos entrando como suplente por la lesión que le impidió empezar el curso. Uno frente al Inter en el Estadi, los dos contra el Slavia, en Barcelona y en Praga, y uno más en Dortmund frente al Borussia. Lleva un único gol, en un promedio que no es habitual.