Messi se lesionó el pasado 5 de agosto justo el día que se incorporaba a los entrenamientos después de las vacaciones. Mediada la sesión el jugador se retiraba del césped al sentir molestias en la parte posterior de su pierna derecha. Este contratiempo hizo que no pudiera viajar con el equipo a la gira por Estados Unidos.

Las pruebas médicas a las que fue sometido determinaron que tenía una lesión muscular en el soleo y así lo hizo saber el club mediante el único parte médico que ha ofrecido sobre la lesión del jugador: "Las pruebas realizadas han mostrado que tiene una lesión de primer grado en el sóleo. Su evolución marcará su disponibilidad".

El delantero se ha perdido hasta la fecha a causa de esta lesión los tres primeros partidos de Liga del Barcelona y dos amistosos con Argentina. El conjunto azulgrana ha pagado esta ausencia firmando un discreto arranque de temporada en el que ha contabilizado una victoria, un empate y una derrota.

Hasta hoy son ya 37 días sin poder estar en disposición de jugar. Es su baja más prolongada desde que el 26 de septiembre de 2015 se rompiera el ligamento colateral interno de la rodilla izquierda, durante un partido frente a la Unión Deportiva Las Palmas. Esta lesión le mantuvo apartado de los terrenos de juego durante 51 días. La esperanza ahora es que Messi pueda estar disponible para el estreno en la Champions League frente al Borussia de Dortmund el próximo martes 17.

En la sesión de esta mañana, Luis Suárez, también con molestias en el sóleo, ha realizado una parte del trabajo con el grupo, por lo que el uruguayo tiene opciones de jugar contra los de Marcelino. También se han incorporado, tras estar con sus respectivas selecciones, Ter Stegen, Aleñá y De Jong. Araujo, Collado, Riqui Puig, Saverio y Carles Pérez, del filial, y Tenas y Ansu Fati, del Juvenil A, han estado bajo las órdenes de Valverde.