En la primera edición del Panorama Nacional, Mario dedicó buena parte de su editorial a poner en perspectiva decisiones de opositores del Frente de Todos, quienes se han mostrado rebeldes a las restricciones del último DNU del Poder ejecutivo Nacional.
“Sale de nuevo a la cancha la rebeldía sobreactuada del intendente de Buenos Aires y juega un rol fundamental cada gobernador, entendiendo las dificultades en sus partidos y departamentos. De nuevo entre la ciudad más rica y la provincia con más habitantes, los contrastes se verán como han sido siempre en la pandemia, tanto en el cumplimiento de las medidas como en las herramientas que cada distrito dispuso para acompañar las restricciones en el aspecto económico, sobre todo de los más vulnerables y los afectados por estas restricciones. En la ciudad, es fácil decirlo: no hay nada. Kicillof dispuso para los bonaerenses una inversión de 70 mil millones de pesos para el área social y el área productiva que incluye una suba de la jubilación mínima del 35 %, la ampliación de programas alimentarios y becas para niños y adolescentes, y un fondo de 500 millones para cultura y deporte. Pero para no quedarnos en el AMBA, la desobediencia a la ley registra en el gobernador de Mendoza- esa suerte de marioneta de Cornejo que se llama Rodolfo Suárez- su defensa de la apertura comercial y la presencialidad escolar en el marco de las conversiones Cambiemitas respecto de su pasado contra la educación pública. Desobediencia pese a los datos escalofriantes de alerta epidemiológica sobre el gran Mendoza, y otros distritos de la provincia. Tampoco cumplirá el DNU la provincia de Córdoba”, expresó.
