En los últimos años, el auge de la alimentación saludable, la búsqueda de sabores artesanales y el interés por emprender desde el hogar impulsaron el crecimiento del rubro de las mermeladas y conservas en Argentina. Ya no se trata solo de una tradición familiar, sino de una alternativa productiva en auge.

Giselle Bilesio, especialista en mermeladas y conservas, asesora a fábricas, pequeños emprendimientos y al público en general desde su cuenta en Instagram @consultoriaenconservas, y dialogó con Ramos generales para explicar por qué este sector gana protagonismo.

"Todo se puede hacer desde casa y no se necesita nada más que ganas y frascos reutilizados que son los que nos sobran cuando hacemos mermeladas u otras cosas. Podemos utilizar la fruta y la hortaliza que está más barata y más rica, cuando está en temporada", expresó.

Cada vez más personas buscan capacitarse y formalizar sus productos, no solo para comercializarlos en ferias y tiendas naturales, sino también para cumplir con normas de inocuidad alimentaria.

"Una mermelada que se hace hoy, si está hecho el vacío, dentro de 3 o 4 años va a estar perfecta", afirmó Bilesio.

Bilesio remarcó que el proceso de elaboración requiere tanto creatividad como rigurosidad técnica, tras desmentir algunos mitos y compartir con los oyentes de Radio Nacional el paso a paso para elaborar una mermelada de naranjas.

Actualmente, muchas provincias y municipios ofrecen talleres o líneas de fomento para emprendedores gastronómicos, y Bilesio acompaña a quienes quieren registrar sus productos o mejorar la calidad de los que ya elaboran.

Desde frutas regionales hasta combinaciones gourmet, las conservas argentinas recuperan un lugar central en la mesa y en los mercados.