Silvina Ávalos, es una vecina de Bajada Grande, y tiene un merendero, Los chicos primero. Ya el miércoles no pudieron ofrecer la vianda a las familias del barrio porque el agua del río ya está al borde del ingreso de la vivienda. Si bien la creciente está en calma estos días, el agua que allí quedó busca ingresar a los domicilios.
Ávalos, indicó que una vez que el agua se retire del lugar, necesitarían contar con broza, para poder emparejar el camino.
También pidió donaciones, como alimentos no perecederos.
