DOS EMOTIVOS TESTIMONIOS CHACO

Mamás cultivadoras celebraron nueva reglamentación del cannabis medicinal

Dos integrantes de la asociación Mamá Cultiva Chaco dialogaron con el programa Demasiada Tarde, de Radio Nacional Resistencia, donde contaron sus experiencias y celebraron la nueva reglamentación de la ley del uso de cannabis medicinal por parte del gobierno nacional.

María Fernanda Núñez, integrante de Mamá Cultiva en el Chaco, relató toda la experiencia que debió atravesar con su hija de ocho años a quién, según aseguró, el uso de cannabis medicinal le transformó la calidad de vida. “Estamos felices, festejando un triunfo histórico para la Argentina que lo esperamos y lo luchamos mucho, tanto yo como muchísimas mamás”, aseguró.

Nosotras empezamos esta lucha hace 10 años más o menos, buscando calidad de vida, no sabiendo nada de cannabis medicinal. Los últimos diagnósticos de mi hija no eran nada alentadores, donde medicinalmente no teníamos muchas posibilidades, entonces empezamos a buscar el camino del cannabis, a estudiarlo, a leerlo, a tratar de entender, de ver dónde conseguir”, relató María Fernanda Núñez. En ese sentido, destacó que “muchísimos chicos cultivadores nos dieron muchísimas manos como hasta ahora”.

El primer aceite que tuvimos nos donaron, después empezamos a cultivar nosotros sabiendo con todos los riesgos que corríamos todos los cultivadores”, recordó.

Respecto de la historia de su hija María José, contó que “de Buenos Aires vuelve con una pastilla que la dopaba, el pediatra me dice que le iba a ir sacando todas las funciones y llevando atrás todo lo que ya había hecho y ella había aprendido. Me dice vamos a encerrarnos, no salir y no tener contacto con gente porque era ahí donde ella se irritaba y convulsionaba”.

María José tiene microcefalia y muchas patologías en base a eso. Ahí empezamos, estuvimos encerrados unos seis meses hasta que conseguimos el primer aceite que nos donaron y empezamos. Los cambios fueron rapidísimos y totalmente radicales en cuanto a su conducta, a su comportamiento, en sus epilepsias. No tenía convulsiones. Y le cambiaban de pastilla cada semana, cada mes, siempre les digo que era como cambiarle de caramelito a un chico pero con los daños que le provocaban las epilepsias, de una de las epilepsias le quedó una parálisis en las piernas”, relató.

Aclaró que su hija “siempre era controlada por sus pediatras, por sus neurólogos, todo el equipo y también en Buenos Aires que me apoyaron mucho. Empezamos a ver cambios en cuanto a su conducta, ella ya podía sociabilizar, que era algo que no lo podía hacer porque cualquier cosa la irritaba. Podíamos volver a una plaza, que ya lo habíamos olvidado, volver a la casa con las primas y los primos, la escuela que también era un tema porque no enganchábamos la escuela”.

A los tres meses del uso del cannabis me levanto un día y ella estaba sentada leyendo, como que toda una vida ella supo leer”, graficó.