Una madre de Las Lajitas denunció a la jueza de Familia de Anta, Patricia Ines Ramer, por violencia institucional.
Tatiana vivía en Río Grande (Tierra del Fuego) junto a su pareja, con la que había tenido un hijo, y lo denunció por violencia de género y por violencia contra el menor. Frente a esa situación, le pidió a la Justicia fueguina el cambio de radicación para poder llevarse al niño de 2 años a vivir a Las Lajitas. Ante la falta de respuestas del Poder Judicial, en octubre dejó el sur y buscó refugio en su ciudad natal.
El padre se instala en Joaquín V González y empieza a reclamar la restitución del menor a Río Grande, aludiendo que allí estaba su centro de vida. Los dos primeros jueces que intervinieron en la causa fueron recusados, y la causa recayó en la jueza Ramer, quien dicta una orden para que sea revinculado con el padre algunos días de la semana.
El viernes pasado, cuando fueron a retirar al menor, no estaba. Tatiana se desesperó y cuando fue al juzgado, se enteró que había un oficio firmado por la jueza Ramer que ordenaba que su hijo se quedara con el padre todo el fin de semana, decisión de la que no había sido notificada.
Además, la magistrada dispuso que el niño debe ser restituido a su padre definitivamente el 6 de marzo. Esto llevó a plantear la recusación de la jueza Ramer, y que no se dé lugar a la disposición de restitución del niño.
Así lo relató su asesora legal, Rebeca Cardozo:
