SALAMANCAS Y CAMINOS SALAMANCAS Y CAMINOS

Los que vuelven a descubrir el fuego

Cuando San Francisco de Asís renunció a las riquezas materiales del mundo, aprendió el lenguaje de los pájaros.

Cuando Cervantes fue encerrado en un calabozo, comenzó a soñar el Quijote, personaje que no se dejaba engañar por las trampas de la realidad, y en vez de un irreductible molino, encontraba a un feroz gigante.

Martín Fierro se hizo poema cantando su dolor y el Rey Midas comprendió su auténtica pobreza cuando todo lo que tocaba comenzó a transformarse en oro.

Romildo Risso comprendió que el sonido que hacían los ejes de su carreta, era la otra música, la compañera de esos caminos sin nombres.

Yupanqui hizo de los versos de Risso una de esas milongas de las que nos ayudan a descubrir el fuego.

En los momentos de mayor oscuridad, los grandes espíritus vuelven a ser el primer humano que descubre el fuego.

Cada vez que Pugliese era detenido por su ideología, su orquesta tocaba con claveles sobre su piano.

Sixto Palavecino vivía en el monte santiagueño, no tenía plata para comprar su violín, entonces con las partes de una mesa vieja construyó su primer sacha violín.

A la provincia de La Pampa le cortaron el Río Atuel. Todo el oeste de la provincia se hizo desierto. Sin embargo, los pampeanos de esa adversidad hicieron cultura, y fundaron el cancionero de los ríos.

Locución: S. M. Tovarich
Idea y Guión: Pedro Patzer
Edición Artística: Fernando Salvatori
Producción: Fabiana Álvarez – Alejandro Carosella
Actor Invitado: Oscar Naya
Dirección Artística: Marcelo Simón