COLUMNA DE OPINIÓN

Los descuidados bienes del Estado

Durante años, los sanrafaelinos hemos advertido visualmente el deterioro del parque automotor de distintas reparticiones públicas provinciales.

Lo más común ha sido la flota de móviles policiales convertida en montaña de chatarra en las partes traseras de las comisarías y algunos carros de bomberos en el destacamento de calle Independencia. Pero, también, durante mucho tiempo vimos como enmohecían máquinas de grandes dimensiones en los galpones de la Dirección Provincial de Vialidad, también sobre Independencia. Hace unos meses se informó, de parte de la DPV, de la reparación de algunas de ellas.

Desde un lugar común surgía una pregunta que no aguardaba respuesta ¿Era por falta de mantenimiento?

De acuerdo a lo que alguna vez se averiguó, el panorama era similar en todo el ámbito de la provincia de Mendoza. Con una salvedad: en los departamentos del Gran Mendoza, el abandono debe haber superado ampliamente al de aquí.

Hoy, el mantenimiento de unos 3.500 vehículos que componen la flota provincial tiene éstos costos: en 2016 se gastaron casi 10 millones de pesos en mano de obra y 73 en repuestos. En lo que va de 2017, 7,5 millones y 28 millones respectivamente.

Hasta ahora, cada repartición es responsable de contratar talleres y comprar repuestos. Dentro de no mucho tiempo, licitación mediante a la que convocará el gobierno provincial, una empresa privada se hará cargo del mantenimiento y la contratación de talleres y compra de repuestos. Esa especie de Administrador de Flota proveerá un sistema informático para tener algo así como una historia clínica de cada vehículo y detectar, mediante alarmas, el momento en que cada uno necesite una revisación preventiva.

El nuevo escenario posibilitará tener un control preciso de cuantas veces ingresa un vehículo a un taller y porqué razones. Los mismos talleres tendrán la exigencia de participar de la red que tendrá que integrar el Administrador de Flota.

A través de la herramienta a usar, los ministerios no contratarán más en forma directa a proveedores; se evitará la dispersión de los contratos y hará más eficiente el control.

Dentro de no mucho, los bienes del estado provincial (los bienes de todos) sin dudas comenzarán a estar mejor cuidados.

Por Roberto A. Bravo