Una Noche en la Tierra
Entrevista exclusiva a Lila Downs
En “La Preguntita a…” recibimos a la gran cantante mexicana, una de las voces más bellas e importantes de América y heredera del canto de Mercedes Sosa, su musa.
Una charla profunda e íntima, antes de su regreso a nuestro país (este sábado se presenta en el Cosquín Rock, el lunes en el Teatro Coliseo, el miércoles 22 en Neuquén y el sábado 25 en Rosario).
Su fuerte vínculo con Argentina, los artistas que admira y cuánto influyó en ella escuchar por primera vez a Mercedes Sosa cantando “Gracias a la vida”.
“En ese momento cambió mi vida. Yo soy de esas personas que una canción hizo que mi rumbo tomara otra dirección. Fue como descubrir un mundo en el que yo me sentía incluida”
Hija de la cantante aborigen Anita Sánchez y del profesor de cine estadounidense Allen Downs, se distingue por el compromiso con sus raíces y con las desigualdades en un estilo libre de prejuicios y un repertorio ecléctico, propio y ajeno, que canta tanto en castellano como en inglés y en idiomas originarios, como el purépecha o el mixteco y zapoteco.
En un momento sumamente especial y doloroso, por la muerte de su marido Paul Cohen, confiesa que encuentra la fortaleza en sus canciones, en los recuerdos y en su visión de la vida.
“La muerte era algo que ya sabíamos que venía. Él y yo siempre platicábamos acerca de esas cosas. El caso es que este último año él gozó mucho la vida, tocó como un loco porque era de las cosas que le habían prohibido con el saxofón que lo desgastaba mucho del corazón. Pero el día que falleció tocó y ensayó tres horas con su trío de jazz y lo vivió plenamente. Creo que ese lado de nosotros, de vivir ahora y cuando viene la muerte vendrá y entonces gozaremos también y nos vamos a divertir también”.
La escuchamos en “Tierra de Luz” (con Mercedes Sosa), “Quiero verte feliz” (con La Santa Cecilia), “Cucurrucucú Paloma” (con Javier Camarena) y “Tirineni Tsisik”. Y para despedirla el bonus track de Ana Cecilia Pujals en su columna “Con X de México”: la cumbia peruana “Cariñito”.
Muchas gracias Lila por tu calidez y sensibilidad!
