Lo afirmó el abogado querellante Marcos Rodriguez Allende en relación a la aparición de un testigo clave que estuvo en la casa en la que asesinaron al chofer del Ministerio de Salud, Marcelo Cabeza, y que, según contó, fue baleado con el mismo arma en el abdomen al intentar irse del lugar. “Luego de producirse el disparo mortal a Cabeza, le disparan a él en el estomago”, indicó y agregó que se está “en presencia de una tentativa de homicidio, esto va a ser imputado como otro hecho más”. Por el hecho están imputados Alan Ávalos y Matías Rodríguez. Asimismo, el letrado dijo que el testigo contó a la Justicia los hechos anteriores y posteriores al asesinato.
Rodríguez Allende contó que el testigo fue amenazado por el hermano y el padre de Rodríguez, quien era el morador de la vivienda donde se produjo el asesinato, en el barrio Anacleto Medina. “Los cuatro eran amigos, iban a festejar un cumpleaños de otra persona que no se encontraba en el lugar y (el testigo) no sabe por qué razón se produce el disparo pero se quería ir, y le efectuaron el disparo a él”, indicó el abogado.
“A medida que van pasando los días, la hipótesis del homicidio por parte de Ávalos y Rodríguez es la más firme que tenemos”, sostuvo. Asimismo, respecto al lugar del hecho, señaló que se encontró “un escenario tremendo con manchas de sangre en todos lados y efectos pertenecientes a Cabeza”, entre los que mencionó unos anteojos, anillos, billetera y elementos de su auto.
Por último, manifestó: “Faltan los estudios anatomopatológicos de las manos (que fueron amputadas), para saber si fue en vida o post mortem, eso va a hacer a la calificación legal”, concluyó.
