En diálogo con Nunca es tarde el presidente de la Sociedad Argentina de IA sostiene que esta tecnología redefine nuestro futuro y exige una gestión urgente para evitar riesgos.
La Inteligencia Artificial irrumpe en nuestras vidas a una velocidad sin precedentes, generando tanto fascinación como temor.
Adrián Noriega conversó con Alexander Ditzend, presidente de la Sociedad Argentina de Inteligencia Artificial (SAIA) y Director de Posgrado en Gestión de la Universidad de Centros de Estudios Macroeconómicos de la Argentina.
Ditzend no solo abordó el crecimiento exponencial de la IA en el país, sino que propuso un cambio de perspectiva radical sobre su impacto.
Para Noriega, la IA es una herramienta que él mismo utiliza sin miedo, pero el debate sobre sus alcances y la creciente ansiedad en la sociedad es innegable. La charla derivó rápidamente hacia una comparación fundamental: ¿es la IA solo un avance tecnológico más, como lo fue la máquina de escribir electrónica para la Olivetti mecánica, o estamos ante algo mucho más profundo?
"La Inteligencia Artificial no es solamente una cuestión de un pasito tecnológico más, sino que es como la aparición de la luz para el hombre, de la energía eléctrica para el hombre. O sea, va a ser mucho más transformador de lo que hoy somos conscientes".
Esta afirmación eleva el debate sobre la IA a un nivel filosófico y existencial, equiparándola con hitos que redefinieron por completo el curso de la humanidad, como el fuego o la energía eléctrica.
La magnitud de esta declaración llevó a Noriega a insistir: ¿Por qué tal afirmación? La respuesta de Ditzend, aunque matizada, no fue menos inquietante. En un contexto de creciente temor, donde la IA se percibe por algunos como un posible camino hacia la pérdida de control, el especialista no descartó la idea de que, si no se gestiona con medidas de seguridad adecuadas, esta tecnología "puede terminar extinguiendo a la humanidad".
Si bien Alexander Ditzend aclaró que no comparte plenamente la visión más apocalíptica, su advertencia es clara: "No tenemos suficientes argumentos para decir esto es imposible de que pase. ¿Es probable que pase? No, pero no es imposible". Esta cautela resalta la necesidad imperiosa de una gestión responsable y proactiva de la IA, antes de que sus capacidades superen nuestra capacidad de control.
El presidente de la SAIA destacó, sin embargo, el inmenso potencial positivo de la IA: "Empezamos a usarla para investigar, para descubrir vacunas nuevas, para descubrir soluciones de enfermedades, para descubrir materiales nuevos, nuevas formas de energía. Claramente entramos en una época..." Una época que, para Ditzend, promete avances sin precedentes si sabemos encauzarla.
La entrevista con Alexander Ditzend en Radio Nacional dejó una reflexión profunda: la Inteligencia Artificial no es solo una herramienta, sino un catalizador de cambios que pueden llevar a la humanidad a nuevas alturas o, sin la debida precaución, a escenarios impensados. La pregunta es si, como sociedad, estaremos a la altura de esta nueva era.

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