POETA MAPUCHE COMODORENSE CHUBUT

La Delio Valdez con Liliana Ancalao piden memoria y justicia

 

 

La Delio Valdez tomó un fragmento de un poema de Liliana Ancalao, la poeta comodorense y mapuche, para comenzar con su versión de “Mentira”, el clásico de Manu Chao.

El video, las palabras y la canción, fueron elegida por la orquesta de cumbia de Buenos Aires para hablar, el primero de agosto, de Santiago Maldonado y la forma en la que los medios hegemónicos hablaron del tema durante meses, sembrando mentiras y desinformación.

“La palabra de los poderosos es olvido. Por eso para nosotros la palabra memoria tiene poder. La palabra del poder es ignorancia. Por eso para nosotros la palabra conocimiento tiene tanto poder… La palabra del poder es yo. Por eso la palabra nosotros tiene tanto poder”, dice La Delia Valdez citando parte del texto de Ancalao “Palabras charqui”, que originalmente se llamó “Palabras poderosas recuperadas”.

“Me enteré el viernes del video y que la Delio Valdez tomo parte de este poema. Fue una gran sorpresa y alegría”, comentó la poeta a LU4 Nacional de Comodoro Rivadavia.

La poeta comentó que fue su hija la que, en una visita de la banda a Comodoro, le acercó su nombre y su poesía. “Se ve que les gustó y lo bueno que usaron el poema para hablar del caso Santiago Maldonado y para pedir justicia. Eso me termina de dar una alegría enorme, porque desde las palabras lo que busco, entre otras cosas, es vencer al olvido y a la injusticia”, señaló.

PALABRAS CHARQUI

Este es el poema:

La palabra de los poderosos es olvido. Por eso para nosotros la palabra memoria tiene poder

La palabra del poder es ignorancia. Por eso la palabra conocimiento tiene tanto poder

La frase del poder es solamente hoy. Por eso tejemos juntas las palabras pasado presente y futuro, con tanta persistencia de raíz.

La palabra del poder es yo. Por eso la palabra nosotros tiene tanto poder

La palabra del poder es distracción. Por eso la palabra poesía tiene tanto poder.

La palabra de la identidad bastardeada es mapuche, una piedra palabra depositada en el fondo del lago, cubierta por la historia de fango que otros escribieron.

Newentuy kürruf el viento que en el noventa y dos agitó las aguas turbias y devolvió a la playa el cadáver de los barcos de cinco siglos oxidados

Piedra palabra  kura zungun mapuche, encontrada en el lago, para limpiarla y pulirla con conocimiento, darle la forma de una flecha kimun.

Palabras como flechas nos atravesaron el presente y nos hirieron de vida en Comodoro Rivadavia waria, Ñamkulawen lof el nacimiento entre relojes y distancias de ripio.

Hicimos memoria, encendimos el fuego y convocamos la presencia de nuestros abuelos, los antiguos, futakeche que nos trajeron al león, pangue lamngen, cazando guanacos para alimentarnos cuando la huida. Nos trajeron al tigre, nahuel lamngen, y sus lágrimas que se deslizaban lentamente escuchando el relato de nuestra muerte.

Nahuelpalabras, guiándonos de regreso al territorio, señalando la aguada del descanso cuando el malón winka.

Palabras pañuelo nos ajustaron el cabello en el rocío de la madrugada, trarilonko, trapelakucha, lien palabras zomo concentraron la cabeza, y nos cubrieron el pecho, cuando el mushay nos ablandó los tahilles en la lengua de la Mapu.

Trawn palabras y nos amuchamos como los pájaros de Elal,

¡marichi wew! ¡marichi wew! el saludo al territorio y la memoria recuperados.

Purrun palabras danzando el círculo en la tierra, el ciclo renovado en nuestros hijos, mañana serán del mundo, dice Maribel, pero con memoria lamngen. Epu piñein, epu ke pichi wentru mis newenes.

Purrun palabras aún cuando casamiquela, benetton, hanglin o colabelli

Palabras en el idioma de la Mapu reparando el daño que nos hicieron, ñamku palabras mapuche ta iñche

Kütral palabras encendidas como leños de molle en el estómago, mawun que cae suavemente, akuy we tripantu akuy we tripantu aifiñkuley Mapu aifiñkuley Mapu choz rayen plan rayen kalfu rayen kolürayen

Palabras Charqui en la mochila camino a casa en la waria

#Incluido en el libro “Resuello/neyen  (2018) Madrid. Editorial Marisma