El abogado particular concluyó ayer los alegatos en torno a las responsabilidades que se les atribuyen a ambos ex magistrados de la justicia federal por no promover investigaciones ni acciones penales por hechos de privaciones abusivas de la libertad, torturas y desapariciones ejecutadas durante la última dictadura. Su cierre estuvo signado por numerosos achaques contra la instrucción de las causas, expresos cuestionamientos al desempeño de fiscales y querellantes, señalamientos de “jueces condicionados”, “vicios” e “intencionalidad persecutoria”; y la victimización de sus defendidos junto con los otros ex jueces imputados originalmente, como Gabriel Guzzo, Otilio Romano y Rolando Carrizo, todos -según él-, sujetos de un “sufrido proceso” dirigido por el poder político, dado que “el objetivo principal era la destitución de Miret y Romano”. También pidió la nulidad absoluta del requerimiento y que el Tribunal rechace la ampliación acusatoria, además de amenazar a Roberto Naciff -juez que instruyó desde la Cámara Federal de Apelaciones- por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y “prevaricato”. El próximo martes, con el inicio del turno de Ariel Civit en representación del ex fiscal Romano, se realizará la última audiencia del 2016.
Defensor Day, pedido al fiscal Vega para que “ponga límites al poder punitivo”, y “las conductas alternativas”.
Defensor Day sobre las “maniobras no casuales” de la instrucción y la acusación.
Defensor Day, intentos de incidir sobre el Tribunal respecto al “juicio histórico”, y la falta de jurisdicción y competencia como algo “no opinable”.
Audiencia del 20 de diciembre de 2016. Informe de Sebastián Moro. Fotografías: gentileza de juiciosmendoza.wordpress.com.
