Una Noche en la Tierra
Yo Soy! Juan Carlos Diorio, pescador artesanal
El Puerto de Mar del Plata alberga historias de vida y de supervivencia, y también de esas pasiones que se heredan.
Pescador desde hace 48 años, aprendió el oficio a los 7 años con su abuelo y a los 14 ya era un profesional que salía al mar con los hombres de la familia.
¿Cuál fue su peor momento en el mar?
“Hemos agarrado grandes temporales. En el año 90, cuando se hundió el “Amapola” y “Angelito”, nosotros estábamos afuera. Soplaron fácil 150 kilómetros de viento, eran olas de 10 metros y subíamos con la ola y bajábamos como en “La tormenta perfecta”, la película.
Después agarramos una tormenta muy grande en la Bahía Samborombón con el barco lleno de pescado. Fue brava también. Y con un amigo empezamos a sacar agua y agua, y así pudimos llegar. Nos salvamos de milagro”.
Los tiempos cambiaron y, aunque se hace duro el día a día, él sigue allí:
“Lo que te da el ser pescador es la alegría de ver salir el sol, pero monetariamente dejó de ser rentable. Venimos a pescar porque esta es nuestra vida. Éramos 250 embarcaciones y quedamos 12, los últimos mohicanos”.
Para despedirlo elegimos “La luna y el pescador”, de La Delio Valdez.
Gracias Juan Carlos, un gusto conocerte!
