Con la reforma, propuesta por el primer ministro Mateo Renzi, el Senado perderá peso político frente a la cámara de diputados. Además los gobiernos de las 20 regiones italianas tendrían también que devolver competencias al Estado.Para el oficialismo las reformas acabarán con la inestabilidad del sistema político italiano, que ha tenido casi tantos Gobiernos como años de democracia.
Tras vincular inicialmente su destino político al resultado del plebiscito, Matteo Renzi especificó que se trata de una consulta sobre una reforma constitucional y no sobre su gestión.
Según las últimas encuestas, el rechazo a la reforma de Renzi alcanzaría el 55 % frente a un 45 % a favor. No obstante, todos los estudios coinciden en el elevado número de indecisos, entre el 15 % y el 25 % de los votantes.
El informe es del área internacional de la Radio de Todos.
