Aún quedan algunos vestigios de aquel tiempo en que todo transcurría sin apresuramientos ni stress, como el antiguo puente situado en el riacho Pilagá que comunicaba a la pequeña colonia Pilagá IIIº con el pueblo de Pirané distante 25 Km. del lugar, construido íntegramente con material de la zona -troncos de quebracho colorado- por el carpintero paraguayo José del Carmen León López en 1943.
Hoy con mas de 75 años luce firme y seguro como mudo testigo de la historia del poblamiento del Departamento Pirané de la provincia de Formosa por la corriente cultural guaranítica de la hermana República del Paraguay debido a la cercanía de otros pueblos y parajes cuyos primeros pobladores han sido de ese país como Clorinda, Laguna Blanca, El Espinillo, Loma Montelindo y otros, que introdujeron en la región el hábito de la agricultura. La fundación de Pilagá IIIº ha sido en 1919 siendo su primer poblador y fundador el Sr. Manuel Rossi oriundo de San Juan Bautista de Ñeembucú República del Paraguay.
La cosecha de las siembras y la cría de ganado mayor y menor requería para su comercialización el traslado hasta el pueblo de Pirané donde se hallaba la desmotadora de algodón y el mercado para los distintos productos de la región, pero necesariamente se debía trasponer varios riachos, montes y esteros, siendo uno de ellos el cauce del Pilagá que corre de Oeste a Este para finalmente derramar sus aguas en el Rio Paraguay. Este riacho nace en el gran estero Yalog situado hacia el centro Este de la provincia en dirección aproximada entre Comandante Fontana y Palo Santo y se alimenta exclusivamente de agua de lluvia por lo que en época invernal adquiere un aspecto bravío, profundo y muy torrentoso, tal como puede apreciarse en las marcas que deja en la corteza de los grandes árboles rivereños.
Sin embargo aquel viejo puente permanece allí inmutable tal como lo concibiera su gestor don José del Carmen León López casi un siglo atrás, resistiendo estoicamente las riadas cíclicas, el sol implacable y la dura intemperie característica del Chaco Central, como inequívoca señal de tantos sueños de trabajo y crecimiento de aquella generación de inmigrantes guaraníes que expulsados por las guerras y revoluciones de su país de origen y atraídos por la paz han venido a abrir los primeros surcos en la tierra fértil pero difícil por el clima, la existencia de animales feroces, serpientes de todo tipo, agresivos insectos y ausencia total de vías de comunicación con centros poblados.
Desde el lecho vacío puede observarse la estructura del puente de gruesos troncos de quebracho colorado cuyos extremos montados sobre sí conforman una especie de corral cuadrado que se eleva desde el cauce fangoso del riacho hasta cubrir su profundidad de seis metros y nivelar con las barrancas de ambos márgenes en una extensión de 50 metros convenientemente cubierto con madera dura que sirve de base para la superficie de tierra del puente.
Los robustos troncos de 5 metros por uno 1,5 de diámetro conforman la base del puente consistente en seis corrales con otros tantos intervalos o espacios libres que facilitan el rápido escurrimiento de las aguas sin peligrar su estructura pese a la gran fuerza de la correntada en época de grandes crecidas; prueba de ello es su actual firmeza y utilidad que brinda a los pobladores de la colonia Pilagá IIIº para acceder por ese lugar a la ruta hoy asfaltada que la comunica con la ciudad de Pirané.
Para conocer un poco mas sobre esa obra maravillosa hemos entrevistado al Sr. Carlos Rossi –antiguo poblador de la colonia- quién señaló que el Sr. León se trababa de un paraguayo que tenía tercer grado de la primaria, de oficio carpintero que por encargo de la Comisión de Puentes y Caminos de Pilagá IIIº y Montelindo compuesta por su presidente don Manuel Rossi, Contador Sr. Antonio Acosta, Tesorero Melgarejo y vocal don José Lebesgueris construyó ese puente y otro igual pero de mayor longitud ubicado en el riacho o zanjón Correa una legua hacia el Sur denominando Puente Ramón Rossi, con la colaboración de algunos vecinos y valiéndose de hachas y de sus propias manos para el corte de la madera y de carro alzaprima tirado por bueyes para trasladar los pesados rollizos desde la espesura del monte aledaño hasta el cauce del riacho a cargo del Sr. Anastacio Sánchez.
También nos indicó el Sr. Carlos Rossi que el puente ha sido bautizado con el nombre de José Lebesgueris, un comerciante de Pirané que era el único que ayudaba a los pequeños productores de la zona, tal vez en agradecimiento a su espíritu solidario y que el nombre de Pilagá de ese curso de agua se debe a una gran población de esa etnia originaria situada en la margen izquierda del riacho a la vera de una gran laguna que hasta la fecha puede observarse en adyacencia de la chacra del Sr. Walter Medina.
Si bien el Sr. Rossi no tiene conocimiento sobre la época del retiro de esa comunidad originaria del lugar, estima que pudo haber sido entre 1922 y 1925 aproximadamente y que nunca mas ha regresado.
