Por Rodrigo Ruíz - @RodrigoRuiz1976

La derrota de Vélez ha dejado, además del análisis deportivo, una mirada hacia el post partido y las declaraciones de su entrenador Gabriel Heinze.

Su cara de pocos amigos y su ida y vuelta con los periodistas es algo que vende y se le da mucha importancia en los medios de comunicación. Si está bien o está mal. Si es soberbio. Creo que cada vez se habla menos de fútbol y se lo analiza aún menos y se caen, equivocadamente, en detalles menores como si valieran realmente. Lo que importa es el desarrollo y el contendido de lo que pasa dentro del campo de juego. Y de eso se trata esta columna. Hablar de fútbol y el análisis del primer partido oficial después del receso mundialista.

La Copa Argentina, esquiva para el club desde sus inicios. Nunca pudo avanzar a instancias finales. Y no fue la excepción ante el humilde Central Córdoba de Santiago del Estero, recientemente ascensido a la B Nacional. En los 90 y pico de minutos se vio a un Vélez que no fue el del spring final del anterior torneo. Ya sin sus máximas figuras (Caseres y Zarate) equivocó los caminos, no leyó bien el partido y le costó mucho genera peligro. El gol de Matías Vargas por un error del arquero rival y las definiciones erráticas desde el punto penal son estadística. Preocupa el nivel mostrado. “De esta manera será difícil competir” soltó Heinze post partido.

Como una trompada o golpeando la mesa. El mensaje fue directo hacia las oficinas del 2do piso en la sede del club. Ahora la decisión estará en su presidente Sergio Rapisarda y el mánager Pablo Cavallero de tratar de enriquecer y sumar jerarquía a un plantel que ya dio vuelta la página y se enfoca en solo un objetivo: el campeonato local y engrosar el promedio.