Dicen que los golpes vienen uno detrás del otro. Como una cataratas de trompadas. Y parece que es asi nomás. Arrancamos el sábado con el pie izquierdo ya que falleció el periodista Juan Carlos Pérez Loizeau.
Tenía 91 años y hace más de un lustro, lamentablemente, su estado de salud fue empeorando producto de dos ACV.
Muchos lo recordarán por su impecable conducción en los noticieros. El “Realidad” que hacia en canal 13 era impecable. Y cuando lo llamaron de canal 11, para posicionar el informativo que había que levantar, hasta se quedaba a dormir en el sillón del info “porque no había que perder tiempo”.
Pero porque lo vinculamos al deporte? Porque empezó ejerciendo la profesión. Amaba el automovilismo. Le apasionaba hablar de la “Caracas-Buenos Aires”. Amigo de Juan Manuel Fangio. Vieron juntos la carrera de Formula Uno donde se mató Ayrton Senna. Y el “Quintuple” le dijo a Juan, ni bien se produjo el accidente aquel 1 de mayo de 1994 “se murió” y apago la tele. Y Fangio nunca más, hasta su fallecimiento, volvió a ver una carrera de la “máxima”.
Le encantaba el tenis. El norteamericano Pete Sampras era su jugador preferido. Y cubrió el US Open de 1977 que ganó Guillermo Vilas y hasta se llevó, cuando entró a la cancha, uno de los carteles indicadores con el nombre VILAS. Años después cedió ese cartel al biógrafo del tenista para el museo que se armará del número uno del tenis argentino.
Como sé esto? ... Tuve el placer de trabajar varios años con él en América. Primero como asistente de producción en el piso en el noticiero. Luego, durante mas de 5 años, como productor de su programa en cable llamado “Auto Sports”. Inclusive cuando seguí con él cuando me habían echado del canal.
La “inconsciencia” de Juan Carlos de pedirle a alguien que no sabe ni manejar, como yo, que le produzca un programa de automovilismo. Y lo hicimos. Y tuve que aprender “a los golpes”. Y mis buenas macanas me mandé. Pero Juan Carlos siempre me “cagó a pedos” enseñándome, y sin levantar la voz, mientras comiamos en la esquina del canal, en el bar de “El Gallego”, un tremendo sandwich de crudo y queso.
Una tarde, cuando Juan todavía estaba bien. ya en radio Nacional, ante un aniversario de Los Galvez, se me ocurrió decirle a Hector Larrea sacar al aire a Pérez Loizeau (se conocían, claro, pero hace mucho que no se vean). Fue un dialogo brillante de unos 20 minutos. Digno de escuchad. En un momento ambos me invitaron a participar de la charla. Y tuve el tupé de meterme por su generosidad. “Ahora sos tímido que no te metés cabezón?”, me dijo Juan.
En el final quiero expresar mis condolencias a su familia (su esposa e hijo) y decir dos cosas mas... Fue sin dudas mi mejor jefe en los 35 años que llevo haciendo periodismo, un señor, y que lamento, después de tantos años trabajando con él, no tener una foto con él.
Gracias Juan Carlos, por su amor al periodismo
Gracias Juan Carlos, por haberme permitido trabajar con usted.
